la oscuridad que nos envuelve

lluvia

Mi vida se encontraba hecha un desastre, había pasado 5 meses ya de aquel acontecimiento y yo todavía no me recuperaba,  Me encontraba acostada mirando por la ventana, hecha un bicho bolita tapada con una frazada, desde que abrí los ojos esa mañana supe que seria uno de esos días, en los que la tristeza y angustia cubren  todo tu cuerpo y no te permiten ver la luz

Era una tarde extremadamente fría y lluviosa en londres  y yo ya me encontraba aburrida, las redes ya había llego el punto que me aburrían, había intentado leer pero no me concentraba y  hasta había querido mirar una película extremadamente cliché, esas de amor que te hacen querer encontrar un amor así, empalagoso y para toda la vida, pero claro volviendo a la realidad eso solo pasaba en las películas.

No había nada que no haya intentado hacer esa esa tarde ya para distraerme antes que leah llegue de trabajar , mi mejor amiga desde los cinco años, habíamos pasado por tantas cosas que ya era una hermana para mi, por lo que al terminar la universidad decidimos mudarnos juntas a Seattle.

 pese a la lluvia y que faltaban horas para que llegue leah, decidí salir  por un café, Agarre mi abrigo, mi libro , el paraguas y salí del departamento,  había decido caminar aunque ya anochecía, y eso que el reloj marcaban las 6 de la tarde.

caminando por las calles de londres me di cuenta de lo hermosa que era esta ciudad y lo bien que había hecho al mudarme acá, No conocía toda la cuidad es mas podría decirles que solo conocía el recorrido del departamento a Starbucks que es justo donde me encontraba yendo. Debería recorrer un poco antes que empiece la pasantía pensé, y desde luego me tomaría un día de esta semana  para hacerlo.

llegue y el lugar se encontraba medianamente vacío, me senté a disfrutar de mi caramel machiatto, mientras volvía a retomar mi libro, cuando sentí que me observaban, fije mi vista al frente y en una esquina del local  pude ver a un chico moreno con unos ojos color miel mirándome, me miro serio y siguió viendo su celular 

Que raro dije yo pero decidí no darle importancia, al fin y al cabo era una persona mas, y mis ánimos no estaban de lo mejor para darle importancia en ese momento,  cuando volví a mirar la hora eran las 8 de la noche por lo que decidí que ya era hora de volver, la lluvia había cesado pero las calles estaban tan oscuras que al caminar rápidamente tropecé, y juro que espere la caída, espere sentir el pavimento duro, pero no sucedió.

abrí rápidamente los ojos para ver que era lo que había hecho que no me cayera, Unos ojos mieles me deslumbraron al verlos 

gra-gracias solo fue lo que salió de mi boca de lo nerviosa que me encontraba

mmm- solo un gruñido fue lo que me contesto, me soltó  y camino rápido en otra dirección.

Decir que esos ojos no me habían dejado embobada seria una mentira, porque la belleza, luz y hasta oscuridad que emanaban esos ojos era impresionante.