METANOIA - Marcos. G y Pedri. G

1. Euforia.

ME ACEPTARON, MAMÁ ME ACEPTARON- grité con emoción al enterarme que estaba dentro de gran hermano.

Mi madre, Carolina, entró a la sala y vió lo exaltada que me encontraba, comprendía lo que pasaba porque estaba al tanto, hace tiempo había mandado mi "audición" para entrar a la casa más famosa del país.

Ese video de presentación había sido muy espontaneo, por lo que no tenia mucha fe. Lo mandé por la insistencia de mis familiares, de mi mejor amiga y de Pedri, quien era secretamente mi novio.

*

- ¿En serio? Viste que yo te había dicho que te iban a aceptar, le voy a contar a tu papá, Luciana- Dijo con emoción mi mamá.

Mi papá al llegar me abrazó con fuerza, vivia trabajando por lo que nos veíamos poco, pero supongo que eso hacía que apreciemos más los momentos que pasábamos juntos, yo era su única hija por eso él me consentía y apoyaba mucho.

Tras charlar un rato con mis padres entre en cuenta de la situación, ni siquiera se lo había dicho a Pedri, tampoco a Kiara.

Preferí escribirle primero a mi mejor amiga, para tener más tiempo y decírselo más calmada a Pedri, sabía que el se lo iba a tomar bien porque era de los que me habían insistido para mandar el video, pero era yo la que tenía una mala sensación.

*

Kiarukiss💋

-No me la vas a creer

-Ni un hola tía

-Qe ha pasado?

-ENTRÉ A GH

-QUÉ

-SÍ

-WN SERIO??, DIME QUE NO ES BROMA

-Pelotuda no es joda

-QUE BUENO LUCI, YO TE HE DICHO QUE PODIAS, ESPERO Q GANES EN ESA COSA💞

-OJALÁ KIARU, OJALÁ

-Eu tengo un problema

-Que pasa?

-Ns como decírselo a él

-No seas tonta, q pedri de seguro se lo toma bien

-Anda ve a escribirle y a contarle ya mismo

*

Después de hablar con Kiaru tomé confianza, ella siempre me había hecho sentir segura, desde el primer día que la conocí. Curiosamente ese fue el primer día que pisé Barcelona.
Viví toda mi vida en mi hermoso país natal (el mejor del mundo, también llamado Argentina).

A los 20 me tuve que mudar, fue más que nada por trabajo, mis padres no querían separarse de mí porque solo nos tenemos entre nosotros, así que pasamos tiempo ahorrando hasta poder venirnos a vivir acá.

Ese mismo día fui a comprar cosas para la casa, decorativas más que nada.

Iba tranquilamente por la calle hasta que una mina que estaba notablemente estresada, caminando con mil bolsas en cada mano me tiró al piso, lo que provocó que un jarrón recién comprado. se rompiera.

Estuve a punto de putearla, mi sangre argentina no iba a permitir quedarse callada. Pero la chica habló antes.

-Dios mío, nada puede salir peor hoy. Perdón, juro que no te vi.- La de rulos se sinceró.