Capítulo 16

644 86 38
                                    

Los días pasan rápido en la oficina, pero las noches siguen siendo eternas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los días pasan rápido en la oficina, pero las noches siguen siendo eternas. A veces ni siquiera duermo, solo espero que pasen las horas para levantarme, vestirme, ocultar las terribles ojeras y salir con un café en la mano que me ayude a pasar el día.

Ya llevo dos semanas en Nueva York. Es irónico, ya que siempre dije que no sería una ciudad en la que podría vivir. Ahora, el ruido de las calles me ayuda a reprimir mis pensamientos, todos van tan apurados que ni siquiera puedo fijarme en alguna cara. Supongo que ayuda, la verdad, eso espero.

En la oficina trabajo para la contadora del colegio; archivos, cuentas y algunas llamadas. Lo estoy haciendo. No me molesto en hablar con nadie, no tengo ganas. Tampoco me molesta que murmuren cuando pasen, pero a Ava por lo visto sí, ya que suele espantar a quien sea que ella piense que me molesta o me mira feo.

Dahlia: Encontré una buena terapeuta en Nueva York. Leí sus recomendaciones y ¡es excelente! Por favor, déjame sacarte una cita. Ya es tiempo, Aly <3

Estoy en mi hora de almuerzo cuando leo el mensaje. Un suspiro escapa y mi pecho se aprieta solo con imaginarme frente a una terapeuta. He ido avanzando un poco, digo, ya tengo un trabajo y me levanto cada día, eso es algo ¿no?

Yo: Estoy muy ocupada esta semana, prometo avisarte cuando esté libre.

No pasan ni un par de minutos cuando entra una llamada suya. Ruedo mis ojos y contesto.

—Hablé con Ava, ¡sales todos los días a las cinco! —es lo primero que dice—. Ella también piensa que deberías ir a terapia, Aly.

Resoplo.

—¿Ahora son amigas? —pregunto con cierto desdén.

—No tenemos que ser amigas para cuidarte—suaviza su voz—. Sé que dar el paso es difícil, y tomará mucho tiempo sanar, pero necesitas hacerlo, Aly, por ti.

—Has pensado que, no sé, tal vez yo no quiera sanar—replico.

Le he dado tantas vueltas a eso en mi cabeza. Dicen que cada acción tiene una consecuencia, quizás, yo merecía lo que pasó, por pedir más, por no conformarme... Quizás solo deba vivir con esto, sobrevivir.

—Tú no tienes la culpa de lo que pasó—susurra rompiendo el silencio—. Sé que dentro de ti sientes que es así, pero aquí no hay culpables. Pasan cosas jodidas en el mundo todo el tiempo, y ojalá tuviéramos a quien culpar, pero a veces, no hay culpables, solo pasan.

—Me lo merecía—pienso, pero sale en voz alta así que continúo—. Lo tenía todo, Dahlia, y aun así quería más.

—No tiene nada de malo querer más.

Ojalá pudiera creerlo.



Al salir del colegio, Ava me acompaña a mi primera sesión con la terapeuta. Decir que estoy aterrada se queda corto. Una parte de mí es consiente que para "sanar", tendré que revivirlo todo. No he vuelto a llorar desde aquella mañana en la que salí para la entrevista y tampoco quiero hacerlo.

Quiero que tú quieras [Elbdo #2] COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora