𝐎𝐛𝐬𝐞𝐫𝐯𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 ||Jasper Hale||

08

Al abrir los ojos, Hye no podía reconocer la habitación en la que se encontraba. Se veía similar a una habitación de hospital solo que con más colores y amueblada. Intento levantarse, pero noto una vía conectada en su brazo.

 Presto atención a su brazo y vio la herida en su mano, eso fue el detonante para recordar lo sucedido en el bosque. Se había desmayado luego de tener un orgasmo por Jasper Cullen. Aunque eso no era lo más importante, los Cullen eran vampiros, de eso estaba segura.

Una gran sonrisa satisfactoria se creó en su rostro, ella tenía razón. Antes de siquiera poder celebrar, una figura entro a la habitación. Se veía como un joven rubio de unos veintitantos años.

 -Me alegro de que ya te hayas despertado- Habla el desconocido con gentileza, acercándose para chequear que todo esté bien.

 - Eres el Dr. Cullen - Hye sale de su ensoñación cuando entiende donde estaba.

 No estaba en el hospital, estaba en la casa de los Cullen. El lugar más peligroso para ella en todo Forks. Incómoda, se remueve bajo las sabanas, notando el dolor en sus caderas.

 -¿Te duele algo?- Pregunta Carlisle acercándose para revisarla.

 Al levantar las sabanas noto que no tenía puesto sus pantalones, cosa qué logro avergonzarla. Allí, los dos vieron unos moretones en la cadera de la chica, en forma de mano. La mano de Jasper había hecho un moretón de lo fuerte que la agarro. 

 -¿Qué harán conmigo?- Se atrevió a preguntar la niña. 

 - Por el momento, llamaré a tu padre para que te venga a buscar- Dijo el médico volviendo a tapar a Hye con cuidado.

 Sin decir nada, más el doctor se fue de la habitación dejándola sola. Hye comenzó a analizar todo lo que había sucedido hasta el momento. Había tenido contacto sexual con un vampiro, le había disparado a un vampiro.

 Tan metida en su mundo estaba que no noto la otra presencia en la habitación. Cuando lo hizo ya era tarde. La rubia se encontraba apretando su cuello con fuerza intentando matarla. Apretaba cada vez más fuerte intentando quebrar el frágil cuello de la chica. 

 Hye no presentaba resistencia, sabía que se desharían de ella al saber su secreto. No esperaba que fuera tan rápido, quería despedirse de su padre antes de morir. No le importaba morir, pero tampoco le importaba vivir. 

 Viendo todo borroso, se despidió mentalmente de su padre, cerro sus ojos esperando el final.

 Estaría muerta si no fuera por un vampiro que llego a interrumpir el asesinato. Jasper tacleo a la rubia haciendo que suelte a la niña. Hye tomo un gran bocado de oxígeno en cuanto no tuvo a la rubia encima. 

 Escuchaba el ruido de golpes en la habitación pero no podía enfocar su mirada en un punto fijo. Se levantó como pudo de la camilla para comenzar a caminar hacia la salida. No quería estar presente en una pelea de vampiros.

 Camino tropezado mientras tosía con fuerza, aún podía sentir la mano de Rosalie en su cuello. Cuando estaba por salir de la habitación un cuerpo la sostuvo deteniendo su huida. Al levantar la mirada pudo ver los oscuros ojos de Edward. 

 Este la tomo por los brazos, llevándola casi colgando de él hacia una sala de estar. Allí la dejo en un sillón, la sentó y le dijo que esperara allí. Hye como pudo se cubrió con un almohadón la desnudes de su parte baja. 

 Siguió escuchando ruidos en la habitación de la cual huyo, noto como manchas borrosas se dirigían allí. Supuso que era el resto de la familia intentando detener a los rubios. Sosteniendo su cuello comenzó a observar la habitación, la decoración y los muebles de allí.

 Su mirada se detuvo en unos curiosos ojos dorados que la miraban desde una esquina. Alice Cullen la miraba como si fuera un animal exótico, en parte lo era. Quien en su sano juicio sale a cazar vampiros por el bosque y termina enredándose con uno.

 Hye solo pudo saludarla con la mano, el dolor de su cuello cada vez era más fuerte. No noto cuando Alice se fue de su campo visual, pero a los segundos tenía un par de manos heladas tocando su cuello. 

 Carlisle estaba controlando cuanto daño le había hecho Rosalie.