Parte 2

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Amaba despertar por las mañanas y ver los cerezos florecidos desde el balcón de nuestra residencia, era un paisaje envidiable, me sentía afortunada de vivir en un barrio seguro y exclusivo. Mi esposo se había desvelado, el humor no era el mejor y yo ya me había acostumbrado a lidiar con el. Silenciosamente le serví el desayuno y continue mi rutina diaria sin intervenir demasiado con alguna conversación hasta que se levanta y se va al trabajo. cuando estaba terminando de usar la caminadora, recibo un mensaje de texto de Ji-hu.

"Lucía debes comprarte un vestido para la fiesta anual. Tengo que llevarte. Por favor toma la tarjeta de crédito y escoge algo hermoso, mi esposa debe destacar del resto."

"Mi esposa debe destacar del resto". Desde hace un tiempo que venia leyendo o escuchando esta frase en él, al parecer, cada junta con sus colegas casados era una excusa para lucirme como trofeo y ya había dejado de parecerme agradable. Para él, siempre había sido una mujer a quien lucir en sus eventos sociales, soy latina, tengo atributos marcados y eso me hacia destacar en cualquier parte. Mi esposo usaba eso para llamar la atención.

Tenia que conseguir un vestido para la ocasión, así que llamé a la única persona que me podría ayudar y se encontraba en Corea, mi hermana Emma. Nos reunimos en la tienda de la diseñadora que siempre le compraba mis vestidos especiales, ella sabia mis medidas, mis gustos y siempre daba con el modelo perfecto para verme espectacular. Esta vez no fue la excepción. El resultado final tenia que verlo en 4 días más cuando ya podía retirarlo, así que solo quedaba esperar. En mi cafetería favorita, Emma trata de convencerme para que acuda a un banco de esperma para poder intentar embarazarme por ese medio ya que las relaciones intimas con mi esposo iban en declive. En un principio, la idea me pareció algo descabellada, pero sí lo analizaba muy bien, podía considerarlo como una de las opciones más factibles ante la ausencia de vida sexual en mi matrimonio.

- No es posible lucía que lleven solo dos años de matrimonio y tu esposo no te quiera tocar - Inquirió con un tono reprochador característico.

- No es eso - Murmuré mientras mi mirada estaba fija en el café - Solo ha estado muy ocupado y la verdad no le quiero insistir con el tema. Para él también ha sido difícil no tener un hijo.

- Eso no es cierto hermana por el amor de dios - Subió de tono. Miró a su alrededor y prosiguió casi en un susurro - Sabes que aunque no quisiera embarazarte, debería desear estar con su esposa en la cama. - Se acerca a mí y me toma la mano - Lucía, sabes que algo anda mal.

- Por favor Emma, sabes que amo a Ji-hu y lo esperaré hasta que él sienta que ya es momento de volver a intentarlo - confieso ruborizándome.

Deseo PúrpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora