1️⃣ Primer Paso 👣

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—…Tenemos que hablar.

Esas tres palabras bastaron para alterar a los dos jóvenes de una manera que solo ellos sabían. Por un lado Izuku entró en pánico, asustado por lo que el cenizo podría decirle; por otro lado, la determinación y seguridad que Katsuki sintió hace unos minutos, se esfumó en el segundo en el que esas esmeraldas se posaron sobre él, abriéndose por la sorpresa.

El ceño fruncido de Katsuki alteró aún más a Izuku, sin saber que este solo estaba nervioso, muy nervioso.

—¿Estás ocupado?— retomó la conversación Katsuki al no recibir respuesta del peliverde.

—Eh- ¡No! Adelante, pasa— respondió finalmente Izuku. Era un manojo de nervios. 

Katsuki obedeció, y en el momento en que se escuchó la puerta cerrarse tras ellos, el ambiente se volvió aún más abrumador para ambos.

—Ehhh siéntate donde gustes.

De verdad que ninguno estaba preparado para lo que se venía.

—Mhm.

¿Por dónde debería empezar? ¿Qué es lo que debería decir? ¿Dónde quedó esa determinación de hace unos minutos? Katsuki estaba en blanco.

Carajo.

—Perdón.

—¿Qué?

¡Mierda!

De todo lo que quería decir o alguna vez pensó, salió la única palabra que jamás planeó en decir, esa palabra que solo le hacía sentir una cosa: debilidad. No le gustaba ese sentimiento de debilidad frente a otros, mucho menos si él mismo era el causante de tal sensación. Lo odiaba, le producía un repudio propio que lo ahogaba.

Pero con Izuku no sintió aquello.

Se odiaba a sí mismo por sentirse débil frente a él. De todas las personas. Pero más se odiaba por el hecho de que esa debilidad, el hecho de sentirse inferior al peliverde, ya no lo carcomía por dentro de la manera que lo llegó a hacer años atrás.

Y eso no podía permitirlo.

En el momento que no te importa ser inferior a alguien, es cuando dejas de avanzar. Te estancas con la creencia de que ser menos que alguien no es un problema real, pero es todo lo contrario.

…tienes que aceptar esos sentimientos, ellos no te hacen débil, ¿ok? Es más, aceptarlos demostrará tu fuerza…

¿Aceptarlos? ¿De verdad esa era la solución? Pues al carajo todo. Bakugou Katsuki era conocido por ser un hombre impulsivo y era por una razón.

—Perdón— volvió a decir, esta vez con un poco más de tranquilidad y seguridad.

—Uhm… Si esto es por lo que ocurrió aquella vez…— Izuku quería decirle que no se arrepentía de nada de lo ocurrido ese día, pero no le salían las palabras.

—Esto es por todo— se apresuró a decir Katsuki —Por el acoso, los insultos, por todo el infierno que te hice pasar incluso aquí. Todos estos años queriendo ser un héroe y no he sido más que un puto hipócrita— más que una disculpa, el cenizo se estaba desahogando —… perdó-…

Y esta vez, quién actuó por instinto y envolvió al contrario en un cálido abrazo, fue Izuku.
Al Katsuki estar sentado, el pecoso rodeó su cabeza con sus brazos y lo apoyó contra su pecho, poniendo su propia cabeza sobre la del cenizo.

—Kacchan…— lo llamó entre sollozos -cuando logró calmarse un poco- que solo pusieron a Katsuki más inquieto —… gracias…

Pese a que los roles se habían invertido, Izuku volvía a ser quien lloraba.

Paso a paso  [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora