𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 2

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-𝐚𝐫𝐫𝐢𝐛𝐚 𝐌𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐥- 𝐬𝐮 𝐬𝐮𝐚𝐯𝐞 𝐯𝐨𝐳 𝐦𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐛𝐚 𝐬𝐮𝐬𝐮𝐫𝐫𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐜𝐞𝐫𝐜𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐨í𝐝𝐨, 𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐚𝐜𝐚𝐫𝐢𝐜𝐢𝐚 𝐦𝐢𝐬 𝐫𝐨𝐬𝐭𝐫𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐬𝐮𝐬 𝐜á𝐥𝐢𝐝𝐚𝐬 𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬.

-𝐨𝐲𝐞, 𝐭𝐞 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐨 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐫 𝐮𝐧𝐚 𝐩𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚 - 𝐦𝐞𝐧𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞 𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐚𝐛𝐫í𝐚 𝐦𝐢𝐬 𝐨𝐣𝐨𝐬

𝐔𝐧 𝐫𝐚𝐲𝐨 𝐝𝐞 𝐥𝐮𝐳 𝐡𝐚𝐛í𝐚 𝐧𝐨𝐪𝐮𝐞𝐚𝐝𝐨 𝐦𝐢 𝐯𝐢𝐬𝐭𝐚 𝐩𝐨𝐫 𝐬𝐞𝐠𝐮𝐧𝐝𝐨𝐬 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐝í 𝐦𝐨𝐯𝐞𝐫𝐦𝐞 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐝𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐚𝐬í 𝐯𝐞𝐫𝐥𝐚.

"𝐇𝐞𝐫𝐦𝐨𝐬𝐚" 𝐞𝐬𝐨𝐬 𝐟𝐮𝐞𝐫𝐨𝐧 𝐦𝐢𝐬 ú𝐧𝐢𝐜𝐨𝐬 𝐩𝐞𝐧𝐬𝐚𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐚𝐥 𝐯𝐞𝐫𝐥𝐚. 𝐄𝐫𝐚 𝐥𝐚 𝐩𝐫𝐢𝐦𝐞𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐚 𝐯𝐞í𝐚 𝐭𝐚𝐧 𝐝𝐞 𝐜𝐞𝐫𝐜𝐚.

- 𝐣𝐚𝐣𝐚, 𝐜𝐥𝐚𝐫𝐨, 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐞𝐬 𝐩𝐫𝐞𝐠𝐮𝐧𝐭𝐚𝐫𝐦𝐞 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫𝐚𝐬- 𝐦𝐞 𝐝𝐢𝐣𝐨 𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐦𝐞 𝐦𝐢𝐫𝐚𝐛𝐚 𝐟𝐢𝐣𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞.

-¿𝐭𝐞 𝐦𝐨𝐥𝐞𝐬𝐭𝐚𝐫í𝐚 𝐟𝐨𝐥𝐥𝐚𝐫𝐦𝐞 𝐞𝐧 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐜𝐢𝐬𝐨 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨? 𝐝𝐢𝐠𝐨, 𝐧𝐨 𝐦𝐞 𝐦𝐨𝐥𝐞𝐬𝐭𝐚𝐫í𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐨 𝐡𝐢𝐜𝐢𝐞𝐫𝐚𝐬

-𝐉𝐀𝐉𝐀𝐉𝐀- 𝐡𝐞𝐜𝐡𝐨 𝐚 𝐫𝐞í𝐫 𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐬𝐞 𝐩𝐚𝐫𝐚𝐛𝐚 𝐥𝐞𝐧𝐭𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 - 𝐜𝐫𝐞𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐲𝐚 𝐞𝐬 𝐡𝐨𝐫𝐚 𝐝𝐞 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐭𝐚𝐫 𝐦𝐢𝐜𝐡𝐚𝐞𝐥- 𝐝𝐢𝐣𝐨 𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐮 𝐬𝐨𝐧𝐫𝐢𝐬𝐚 𝐬𝐞 𝐢𝐛𝐚 𝐫𝐞𝐥𝐚𝐣𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐦á𝐬 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐪𝐮𝐞𝐝𝐚𝐫 𝐮𝐧𝐚 𝐬𝐨𝐧𝐫𝐢𝐬𝐚 𝐧𝐨𝐫𝐦𝐚𝐥

𝐀𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐲𝐨 𝐩𝐮𝐝𝐢𝐞𝐬𝐞 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐫𝐥𝐞 𝐚𝐥𝐠𝐨, 𝐜𝐡𝐚𝐬𝐪𝐮𝐞𝐨 𝐬𝐮𝐬 𝐝𝐞𝐝𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐟𝐨𝐫𝐦𝐚 𝐫á𝐩𝐢𝐝𝐚 𝐝𝐞𝐣á𝐧𝐝𝐨𝐦𝐞 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐩𝐚𝐥𝐚𝐛𝐫𝐚 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐛𝐨𝐜𝐚 𝐲 𝐞𝐥 𝐬𝐨𝐧𝐢𝐝𝐨 𝐝𝐞 𝐬𝐮𝐬 𝐝𝐞𝐝𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐥𝐨 ú𝐥𝐭𝐢𝐦𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐜𝐮𝐜𝐡é

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Me había levantado de golpe tras aquel sueño.
"Demonios" pensé luego de apoyar mis manos sobre mi rostro y dejarlas caer lentamente hasta llegar a mi cuello y agarrarlo con fuerza.

-¿por qué demonios siempre me pones cachondo pequeño ángel?- me pregunté a mí mismo.

Me senté en la cama y gire a mi izquierda para ver mi mesita de noche, arriba de esta se encontraba un desayuno de buen aspecto, pero justo ahora no tenia mucha hambre además, tenía que hacerme cargo de otra cosa pero tampoco tenia muchas ganas, me sentía decaído y estancado en un mar de emociones que no podía controlar.

Tengo que ir a un psicólogo, lo necesito, necesito poder seguir adelante pero es que no puedo. Primero me pasa el accidente y ahora temgo sueños locos en donde me siento emocionalmente atraído por una chica que ni debe de existir. Necesito separar mi vida de lo que es la fantasía, de lo que es la realidad o un simple sueño, no lo se pero lo que si se, es que me volveré loco si no hago algo ahora.

𝑷𝒆𝒒𝒖𝒆ñ𝒐 á𝒏𝒈𝒆𝒍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora