✧⁠◝ Epílogo

202 23 6
                                    

Entró al comedor con una expresión de hastío seguido del omega, que sostenía a una bebita

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Entró al comedor con una expresión de hastío seguido del omega, que sostenía a una bebita. Se quedó quieto, mirando al pequeño niño de dos años que aferraba contra sí un peluche de un perrito amarillo, babeándolo mientras observaba la televisión.

—¿Qué estás haciendo, Jungsu? —preguntó Yongbok horrorizado, llamando la atención del bebé—. ¡Ese es mi Bbokari! ¡Suéltalo, ahora!

Jungsu lo miró con sus ojitos solicitantes, pero Yongbok no se sintió intimidado ni mal.

—No seas malcriado —regañó Seungmin detrás de él, sentándose en el sofá y acariciándole el cabello a la niña—. Es sólo un peluche.

—¡No lo es! —Yongbok lo fulminó con la mirada, caminando hacia el niño, y sin pensarlo le quitó el peluche de pollito—. ¡Es mi Bbokari, no de este apestoso bebé!

Jungsu parpadeó y sus labios temblaron, con sus ojitos llenándose de lágrimas.

—¡Devuélvele el peluche, Yongbok! —ordenó Seungmin, horrorizado.

—¡Jamás!

El bebé se puso a llorar a gritos.

Yongbok abrazó el peluche mientras siseaba contra Seungmin, que dejó a la niña en el sofá Luego, se puso de pie y tomó en brazos a Jungsu para calmarlo, sin embargo, resultaba imposible bajo esa situación.

—¿Qué está pasando? —preguntó Hyunjin entrando al comedor y cargando a una bebita sonriente—. ¿Por qué Susu está llorando?

—¡El idiota de Yongbok le quitó el peluche! —acusó Seungmin.

—¡Es mío, estaba ensuciando a Bbokari! —berreó Yongbok.

—¡Por dios, Yongbok, tienes diecinueve años! —regañó Hyunjin.

—¡No importa, sigue siendo mío!

Las dos bebés se pusieron a llorar también.

Hyunjin comenzó a mecer a la niña que sostenía para calmarla.

—¡Yongbok, haz algo, son tus hermanitos!

—¡No son mis hermanitos, son monstruos que me quitan la atención de mamá!

—¡Tienen dos años, Yongbok!

—¡Dos años de sufrimiento y dolor!

Se quedaron en silencio cuando escucharon la puerta siendo abierta, incluso los bebés parecieron calmarse un poco, atentos al repentino ruido.

—Podríamos hacer que Yongbok cuide de Jungsu, Soyeon y Bahiyyih un fin de semana y nos escapamos para follar, ¿te parece...?

—¡Papá, los estoy escuchando! —chilló Yongbok.

Chan se asomó al comedor cargando las bolsas del supermercado, bufando y rodando los ojos, pero sonrió cuando los bebés comenzaron a barbotear:

—Papa... papa...

Yuanfen² ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora