Parte 14

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Decía que tenia que estar preparada para cuando comenzara el tratamiento de fertilidad nuevamente. Emma me escuchaba con detención, hacía muecas de desagrado cada vez que le nombraba a mi esposo y me miraba con tristeza. Me tomo de las manos y me dijo que no merecía todo aquello, necesitaba encontrar la forma de separarme de él. 

- Conocí a alguien más - Dije casi en un hilo de voz.

- ¿Cómo a alguien más? - Pregunta interesada - ¿A parte de Ji-hu?

- Sí. Un chico que me hizo olvidar a mi esposo por unas horas.

- ¿A que te refieres con unas horas? - Se remueve en el sillón expectante.

- Lo que te acabo de decir - Respondí fingiendo desinterés.

- Lucía... - Me asesina con la mirada. Quería saber lo que yo no quería mencionar.

- Tuvimos sexo - Dije entre dientes mientras miraba hacia la ventana.

- ¿¡Qué!? - Salta del sofá con las manos en el rostro - ¿¡Tuviste sexo con un hombre que no es tu esposo!? Tiene que ser una broma.

- No es broma Emma - La miré avergonzada - Tuve sexo con un hombre que no es mi esposo.

- Lu - cía - Me miraba con asombro desmedido - ¿Quién es ese hombre? , ¿Ji-hu lo sabe? ¿Por eso te golpeó no?

- ¡No lo sabe! - Lancé un grito y me levanté del sofá - me golpeo porque le dije que no me tocaba, ya te lo dije. No sabe que le fui infiel. Me mataría.

- Hermana, tienes que decirme quien es - Me advierte tomándome de ambos brazos-

- No puedo - Suelto sus manos de mí y le doy la espalda - No tiene importancia. No volverá a ocurrir. Necesito dormir.

- ¡Lucía...! 

Ya le había contado lo suficiente y el dolor de cabeza no me dejaba pensar con claridad. No dormí en toda la noche, me daba vueltas por la cama y el nombre de Taehyung se me repetía como melodía. No estaba segura porque pensaba tanto en él en este momento, pero si estaba segura que por alguna extraña razón, le había mentido a mi hermana. Si tenia importancia. Taehyung había sido más importante de lo que yo misma podría haber imaginado. Miré mi teléfono celular y había dos mensajes de texto de Ji-hu. ¿Qué rayos quería?

"Regresé a casa y no te encontré. ¿Dónde estás?"

"Por favor Lucía, dime ¿Dónde estás? Necesito que me perdones. Vuelve a casa."

Ambos mensajes habían sido enviados hace treinta minutos, pensaba una y otra vez si debía contestar a ellos, hasta que llegue a la conclusión que no podía dejar de hacerlo. Era mi esposo después de todo. Le envié un mensaje de respuesta explicando que iba a pasar la noche con mi hermana, que necesita estar sola y que mañana iría a casa. Dejé el celular en la mesita de noche, mientras comienzo a recordar a Taehyung, su rostro, su cuerpo, su... ¡Dios! me sonrojan mis pensamientos tan descarriados e inoportunos. El deseo empezó a apoderarse de mi, ese chico había llegado donde nadie lo había hecho, me había puesto vulnerable con solo una vez y yo estaba comenzando a extasiarme solo con pensarlo. Tiré las sábanas, me destapé, mis manos tocan mis pechos, mientras mi mente lo imaginaba a el. No puede evitarlo más y por primera vez, me estaba masturbando, recordando cada embestida y cada beso. Con un grito ahogado culminé un orgasmo de proporciones. ¿Por qué lo deseaba tanto? Tenia que estar loca. Muy loca.

Deseo PúrpuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora