San Valentín...
Todos amamos San Valentín.
Y festejarlo junto a la persona que amas hace del día algo mucho más especial. Mucho.
Es por eso que ahora mismo estoy aquí;
Le he preparado un desayuno especial a Benjamín, y después de habernos bañado juntos, pretendo dárselo para poder ir a lo que nos importa; El viaje al resort.
Todo un fin de semana... Es mágico por dónde se le mire.
—¿Estás listo?
Entro a la habitación con la bandeja del desayuno en mis manos, él me sonríe y se acerca a besar mis labios antes de decir;
—Eres mi perfecto San Valentín. —besa mi frente.— Y te amo por eso.
Me río bajando la mirada. En realidad me siento ridícula.
En mi vida había usado lencería, mi plan era más al estilo pijamas de pareja o algo. Pero cuando me comentó acerca se su deseo de verme en lencería, no lo dudé mucho.
Nada, en realidad.
—Dime que te gusta. —le digo señalando el desayuno. Se ríe.
—Seguramente me va a encantar, pero ahora quiero algo más.
Me quita la bandeja de las manos y me arrastra con él a la cama. Tengo que reír pidiéndole que pare.
—¿Todo para ti es sexo, amor?
—Todo contigo tiene que ser sexo. —me corrige antes de comenzar a besar mi cuello.
Okey, eso no se escuchó romántico...
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Tengo que admitir que no esperaba que mi San Valentín sea así...
Digo, yo esperaba música, besos, cariño... Ah, y tomar ese avión que ya perdimos. Y si, estoy molesta.
Pero Benjamin tiene su propio plan al parecer...
Y ese asqueroso plan es, por supuesto, llevarme a dar un paseo a un mirador cualquiera.
Esperaba mucho más para San Valentín.
—¿Por qué estás enojada?
Me apoyo en la ventanilla del auto, él suspira profundo.
—¿Qué pasa, Karol?
Le miro, relamo mis labios y con pesar digo;
—Sigues sin dejarme darte el regalo, y a este paso, ya lo perdimos.
—¿De qué hablas? —me mira fijamente. Sonrío tensa.
—Tenía una reservación para un resort en Turquía pero ya perdimos el vuelo. —me encojo de hombros.— Y ya qué, ya fue.
—Ay, bonita. Lo siento.
Detiene el auto, suspiro profundo mientras niego pidiéndole que siga conduciendo.
Ya está, se acabó el asunto.
Cancelo la reservación, pido reembolso y se acabó.
—Quiero irme a casa. —le pido. Me mira.
—De ninguna manera. Aún nos falta el cierre de la noche.
—¿El cierre de la noche? No jodas, Benjamín. Solo piensas en sexo.
—Bueno, somos novios. Es tu deber.
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TÚ, YO Y LA HISTORIA QUE NUNCA SE CONTÓ.
FanfictionNo llores por lo que se ha ido, ama lo que aún tienes.