Capítulo 12 - El don

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Hacía solo un rato había amanecido. Kion hoy se había levantado un poco antes de lo habitual, simplemente sus ojos ya no se quedaban pegados para dormir. Terminó de desayunar y desperezarse, ya listo para salir afuera. Tomó su camino hacia el exterior, pero algo le llamó la atención.

Tiifu estaba fuera, sentada en la punta de la roca. Parecía pensativa y reflexiva, mirando hacia el horizonte. Le hacía recordar a su hermana el día anterior, quieta y sin mover un solo músculo. Se acercó a ella.

Kion— Tiifu, ¿no es muy temprano para estar levantada?

Tiifu (volteándose)— Hola Kion. Bueno, emm... Tú, también estás despierto, ¿no?

Kion— Yo tengo que patrullar con la guardia, por eso me levanto a esta hora.

Tiifu (avergonzada)— Oh, claro, qué tonta soy... jeje.

El cachorro levantó una ceja, extrañado por el comportamiento de la leona.

Kion— Amm... ¿Estás bien Tiifu?

Tiifu (nerviosa)— ¡¿Qué?! ¡Por supuesto que sí, yo...! Ups. Perdón, estoy gritando.

Kion (riendo por lo bajo)— No pasa nada.

Tiifu— Je, no sé qué me pasa hoy, estoy tan... ¿cómo decirlo?

Kion— ¿Cansada?

Tiifu— ¿Qué?

Kion— Tiifu, quizás deberías descansar un poco, ir a dormir o, algo, ya sabes.

Tiifu (afligida)— Kion, me haces sentir como una loca diciendo eso.

El león reanalizó lo que había dicho. Y sí, estaba un poco fuera de lugar.

Kion (bajando sus orejas)— Lo siento, me expresé mal.

Tiifu (triste)— Está bien, no pasa nada. Suerte en el patrullaje, yo... iré a dormir.

Kion solo vio como Tiifu se alejaba, a la vez que se preguntaba: ¿Por qué le iba tan mal con las chicas últimamente?

Un pensamiento fugaz pasó por su mente sobre Jasiri, la única chica con la que siempre se entendía y la pasaban bien, de igual a igual.

Kion— Hmm... Sisi Ni Sawa.

De la nada, una imagen de la mencionada hiena se le vino a la cabeza, podía verla en una especie de cueva, durmiendo plácidamente junto a otras hienas de su clan. Se sorprendió de aquello y sacudió su cabeza, la imagen se borró.

Kion (confundido)— Hevi kabisa, ¿qué se supone que fue eso?

Recordó lo que había sucedido la noche anterior y su nueva insignia, ¿tendrán estas imágenes repentinas algo que ver? Una teoría llegó a su mente, no perdía nada con comprobarla.

Kion— Haber, qué tal si pienso en... Kiara.

Casi de inmediato la imagen de su hermana durmiendo en su respectiva habitación se formó en su cerebro. Corrió al interior para comprobarlo y efectivamente, la escena era la misma.

Kion (pensando)— Wow... Esto... Esto es demasiado. ¿De verdad puedo ver a cualquier animal en cualquier momento solo con... pensarlo?

Se le ocurrió algo, hacía ya unos días que le preocupaba el asunto de Janja, seguramente con sus nuevos poderes podría ver en dónde está. Lo intentó, pensó en la hiena de la que tanto quería saber su paradero, pero, no vio nada.

Kion (pensando)— Vamos, qué pasa.

Literalmente no veía nada, todo estaba oscuro, negro, ni un solo haz de luz.

Kion (pensando)— ¿Qué significará esto?

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