El periódico relata desde hace meses las fuertes tormentas que bañan las calles los últimos días del mes de marzo.
El cielo negro, una vez más, vuelve a decirme que la lluvia comenzará a caer. El sol amarillo hace días que no se muestra frente a los pueblerinos de este perdido antro. El agua azul del lago ha dejado su color a parte y ha tomado un desagradable tono a barro. El semáforo se pone en rojo y debo parar mi rápido paso frente a la carretera. Apenas dos coches pasan por la calle, un pueblo hecho de ancianos.
La lluvia aprieta y las grandes gotas de agua empapan mi mochila escolar.
Un trueno, otro trueno y un último trueno más suena antes de hacerme resbalar y caer empapando toda mi ropa.
ㅡ¡Cuidado! ㅡuna voz masculina suena a mi espalda.
Sujeta mi cuerpo por detrás y me ayuda a levantarme.
ㅡCorre, la iglesia está cerca de aquí.
Toma mi mano y me obliga a correr sin miedo a que podamos caer a causa de la abundante lluvia. Todo mi pelo empapado tapa mis ojos y no puedo ver bien ni siquiera quien coge mi mano derecha.
La iglesia. Una buena idea es ir a un lugar público para ocultarse pero no soy realmente partidaria de un lugar como este.
El chico frena y comienza a golpear la puerta de madera para que alguien nos abra. Pero no hay respuesta alguna.
ㅡMierda ㅡ susurra entre dientes.
Retiro el pelo de mis ojos y por fin puedo notar quien ha tomado mi mano y ahora da vueltas en círculos mojándose bajo la lluvia.
ㅡAsher Morgan ㅡsusurro y él me mira.
ㅡ¿Se te ocurre algún otro lugar? No parece que vaya a parar rápido.
El chico de pelo castaño mojado, pegado a los laterales de su rostro en pequeñas tiras. Ojos marrones y mandíbula marcada. Sonrisa perfecta pero con, actual, cara de preocupación. Cuerpo perfecto que ahora mismo está totalmente marcado por culpa de la fina camiseta blanca que hay mojada bajo su chaqueta vaquera negra.
ㅡEl cementerio está pegando a la espalda de la iglesia, habrá algún panteón donde podamos resguardarnos.
Asher coge mi cartera escolar, que estaba tirada en el suelo mojándose, y corre en dirección al cementerio.
ㅡLeonie Brooks no querrás mojarte bajo la lluvia.
Conoce mi nombre, no debería sorprenderme que lo haga, vivimos en un pueblo de no más de 10.000 personas, con unos 2.000 adolescentes, y todos nos conocemos entre nosotros. Pero el problema soy yo, siempre he sentido que llevaba una sábana blanca sobre mi cabeza y nadie podía verme entre la suave brisa que se camufla entre los árboles de todo el pueblo.
Una sonrisa de medio lado aparece en el rostro mojado de Asher quién ahora ocupa una capucha blanca muy fina que oculta gran cantidad de su cabello castaño pero sigue dejando a mi lujuriosa vista pequeños mechones mojados sobre su frente.
Un muro de casi un metro de altura impide nuestra entrada al cementerio. Fácilmente, incluso con la lluvia que hace resbalar el cochambroso muro, Asher lo cruza de un salto.
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SE ABRIÓ LA PUERTA DEL INFIERNO
FantasyLeoni y Asher viven en un pequeño pueblo perdido en alguna parte remota del mundo. Leoni, una chica complicada y sin cabida para preocupaciones que no sean estudiar y ganar dinero para poder largarse lejos de aquel maldito lugar. Y Asher un chico gu...