Crónicas de un estudiante de medicina

Controles

La semana de los controles había comenzado y a TaeHyung no le hacía mucha gracia. Se acostaba a las tres de la mañana, se levantaba a las siete, llevaba así dos semanas ya, y el cuerpo se lo empezaba a sentir.

—Buenos días mamá —saludó al entrar a la cocina.

—Buenos días hijo, ¿qué te pasa? ¿Estás enfermo? —preguntó cuando observó el rostro de su niño

—No mamá, es que me he quedado hasta tarde estudiando —y conversando con Kook, pensó Tae.

—Pero tienes que dormir adecuadamente mi niño, mira las ojeras que tienes.

—Si mamá, pero hoy tengo el primer control y tengo que salir bien.

—Es bueno que quieras salir bien, pero tampoco te sobreesfuerces, recuerda que la salud está primero.

-Está bien, hoy cuando llegue por la tarde dormiré.

—Toma, tu desayuno —le entregó un plato con unos ricos waffles.

—Gracias —dijo con una sonrisa y se sentó en la mesa, terminando el plato en cuestiones de minutos pues tenía que irse para la prueba.

—Suerte mi niño —dijo Hyuna despidiéndolo en la puerta

—Gracias.

La música no podía faltar para irse tranquilo para la prueba, iba cantando las canciones que su teléfono reproducía y a la vez iba recordando cosas de Célula.

LLegó en poco timepo a la universidad, costándole mucho subir hasta el cuarto piso, donde se encontraba el aula del examen, mentalmente pensaba que tenía que hacer ejercicios, pero sabía que era tan vago que no haría nada.

—Tae —vio que Félix lo llamaba y señalaba la mesa detrás a la de él.

—Hola, ¿cómo estás? —preguntó al llegar a la mesa indicada.

—Bien ¿y tú?

—Bien, aunque cansado. Tengo un sueño enorme, hoy por la tarde quiero dormir.

—Se nota que estás cansado, por cierto, las chicas dicen que hoy hay educación física.

—Ay nooooo, no quiero ir, yo creo que no resisto a una vuelta a la pista —lloriqueó en la mesa.

—Te entiendo, Tae —dijo Félix, observando como entraban los profesores encargados de cuidarlos y en sus manos un sobre donde venían las pruebas —Suerte, Tae.

—Gracias, Félix. Igual para tí.

Hasta ese momento, TaeHyung no había sentido nervios, pero al ver la prueba tan cerca de él, el estómago se le revolvió. Tratando de respirar hondamente el profesor le dejó la prueba en su mesa pasando por su lado, mientras decía que nadie podía copiar del otro, pues esto no era como la preparatoria que no pasaba nada, aquí te podían expulsar de la carrera.

TaeHyung vio la prueba, esta constaba de cinco preguntas cada una de once incisos, él ya lo sabía, su hermana se lo había dicho, pero aún así no pudo no sentirse preocupado, quizás el contenido que le había salido no se lo sabía, y más pensamients parecidos llegaron a la mente de TaeHyung, tratando de apartar esos demonios, leyó la primera pregunta.

¡Esa se la sabía! Volvió a tomar una honda respiración para calmarse y comenzó  responder la prueba.

Los primeros cuarenta y cinco minutos de la prueba, en total era una hora y media, estuvo tranquilo, se sabía más preguntas de lo que esperaba, pero él había estudiado, por lo que esperaba aprobar.

—Los que han terminado pueden entregar —escuchó que decía un profesor, y acto seguido varios de sus compañeros se levantaban de sus puestos, algunos con cara de saber, otros con cara de no saber donde estaban.