Capítulo 1

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Había pasado más de un año desde el paso de Paula por el campamento de fútbol, desde su despedida con Pedri y Gavi.

Su vida se había vuelto de lo más aburrida, todos los días era lo mismo. Se levantaba pronto, iba al gimnasio, iba a trabajar y volvía a casa para dormir y empezar un nuevo día, que iba a ser igual que el anterior.

Había conseguido un contrato de 8 horas, en el que siempre eran unas cuantas más. Llegaba normalmente a su casa sobre las 21.

Era mediados de agosto, Paula había tenido un día de lo más agotador, los clientes de la empresa de decoración estaban especialmente intensos.

Suspiró en cuanto abrió la puerta, por fin en casa.

— ¡Ya estoy en casa, mamá! — gritó desde la puerta mientras se quitaba los zapatos y los dejaba en la entrada, colocados a un lado de la puerta.

Paula había cambiado bastante físicamente, y no por su cuerpo. Se había cortado el pelo y había comenzado a maquillarse de una forma más elaborada porque para su trabajo de comercial en la empresa de decoración de alta gama se lo "exigían".

También había cambiado su forma de vestir. Usaba trajes elegantes y siempre iba impecable. El dolor de pies debido a los tacones estaba desapareciendo poco a poco.

Paula entró en la cocina, donde se encontraba su madre. Se acercó a ella y le dio un beso en la mejilla.

— ¿Cómo ha ido hoy el día, cariño? — preguntó su madre con una cálida sonrisa.

— Ha sido agotador, me he tirado todo el día de aquí para allá — dijo Paula quitándose el moño arreglado que llevaba.

— Bueno, piensa que mañana ya es sábado y puedes descansar — sonrió su madre.

Paula le devolvió la sonrisa y sacó una pizza congelada para meterla al horno. Le gustaba mucho la tradición que tenía con su madre de comer pizza los viernes mientras ponían una película.

Encendió la pequeña televisión que tenían en la cocina para enterarse un poco de las noticias deportivas, porque sabía que en nada empezaba la liga y quería ver qué decían al respecto.

— ¡Noticia de última hora! sale publicada la alineación del Barça para este domingo y parece que Pedri y Gavi volverán a jugar después de su misterioso parón de más de un año — dijo el presentador de las noticias.

Paula se quedó quieta mirando fijamente la televisión, mientras una sonrisa iba ocupando poco a poco su cara. No sabía si había escuchado bien, por fin podrían volver a jugar. Además, acababa de ser consciente de que había pasado más de un año y que la prohibición de relacionarse con ellos ya no tenía que cumplirla.

— ¿A qué viene tanta sonrisa? — dijo su madre girándose a verla.

Paula no le había contado nada de su relación con los chicos, solo sabía que Gavi había cuidado de ella cuando estuvo en el hospital.

De hecho, tampoco sabía que la habían expulsado del campamento. Simplemente le dijo que mentalmente no se encontraba bien y que se tuvo que volver para anteponer su salud mental.

— Nada mamá, solo que estoy muy feliz de que vuelva por fin la liga — mintió Paula — bueno, voy a ponerme el pijama mientras se hace la pizza.

Paula salió corriendo escaleras arriba y cerró la puerta de su habitación tras ella. Inmediatamente marcó el número de Alicia.

— Tenemos que conseguir que nos dejen entrar al último entrenamiento antes del partido del Barça del domingo — dijo en cuanto Alicia descolgó el teléfono, sin dejarla decir ni hola.

El Reencuentro || TEMPORADA 2 de LPLQQ || Pablo GaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora