Los ojos de YoonGi se abrieron en sorpresa ante las palabras del alfa.
El débil sonrojo en las mejillas de JiMin le causó un revuelo en su interior, fascinado con la dualidad que el hombre delante de él podía mostrar.
— Si no te sientes a gusto no hay problema, puedes solo negarte — se apresuró a decir, sintiendo su rostro caliente.
YoonGi boqueo totalmente estupefacto por la repentina propuesta, no sabía que responder. Ciertamente su omega le estaba exigiendo aceptar la invitación, pero vamos, recién lo conocía, y aunque fuese malditamente guapo, era un total desconocido.
— Yo-
— No, está bien, olvídalo, tu reacción me anticipa tu respuesta, y si soy sincero, no me apetece escuchar un rechazo.
El omega frunció el ceño y un puchero se formó en sus labios, estaba un poco inconforme con las palabras del alfa. Y que asumiera que lo rechazaría le dejó un mal sabor de boca.
— Está bien, iré.
— ¿En serio? — indagó sorprendido.
YoonGi se limitó a asentir, su corazón se aceleró cuando aquella radiante sonrisa volvió a aparecer en el rostro del alfa, y sus pequeños ojos se ocultaron tras sus grandes mejillas.
Ciertamente, había algunas facciones del alfa que no concordaban para nada con el aura seria y elegante que lo rodea.
Y aunque no se arrepienta de su respuesta, justo en ese momento, delante de su espejo de cuerpo completo, la idea de salir de su casa con la temperatura tan baja que hacía afuera, no le agradaba mucho.
Suspiro frustrado.
Se resignó a terminar de peinar su cabello. Estaba bajando las escaleras cuando su teléfono sonó.
Una sonrisa quiso aparecer en sus labios al ver el mensaje.
Park JiMin: Estoy en la entrada.
Se puso sus zapatos y tomó su abrigo colocándoselo justo antes de abrir la puerta.
El alfa lo recibió con una encantadora sonrisa.
Ya de por sí YoonGi creía que el alfa es guapo, ahora se veía aún más guapo. La camisa de cuello alto lo hacía ver tan casual como elegante; y aquel condenado pantalón de tela que se ciñe en los lugares correctos, remarcando aquellas torneadas piernas y los redondos glúteos.
Ay, jodido Park JiMin.
— Hola — saludo el peli negro, encantado con lo adorable que se mira el omega en ese gran abrigo verde musgo con anaranjado y su largo cabello detrás de sus orejas.
— Hola, JiMin-ssi.
— ¿Como estás? — La pregunta salió sumamente casual, a pesar de que le sudan las manos por el nerviosismo. Abrió la puerta del copiloto invitándolo a entrar con un movimiento de cabeza.
— Bien, ¿y usted? — A pesar de que YoonGi dudo un poco ingreso al auto.
JiMin se tomó un momento antes de responder, rodeo el auto e ingresó delante del volante cerrando la puerta cuando estuvo dentro.
— Me encuentro de maravilla, en especial luego de ver tu bonito rostro.
La coquetería en las palabras del alfa definitivamente puso nervioso al omega, nunca fue muy bueno con recibir halagos, de todos modos, no suele recibir muchos.
Rio nervioso sintiendo el calor subir hasta sus mejillas.
JiMin sonrio, totalmente enternecido con el chico.
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El combo completo lo ganó Min YoonGi
FanfictionYoonGi no disfrutaba su vida, sólo sobrevivía, junto a su madre. O al menos es así hasta que se mudan a Busan, buscando alejarse de todo aquello que los daña.