4. Perfect Strangers

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Capítulo 4

No pude dormir por culpa del pensamiento de que soy un cobarde por no darle un beso a una chica que por supuesto quiero besar. Estoy tentado de escribirle o llamarle, pero tengo miedo de ser más intenso que ayer.

¿Desde cuando tanto cuestionamiento para dar un paso?

Desde que te interesa de otra forma, no como usualmente te interesas en una chica.

Hoy estoy encargado de un taller evaluativo para los estudiantes de último semestre, Ben me mira desde su silla con cara sonriente después de verme irritar cuando una estudiante me hizo la pregunta más fuera de lugar del día.

—¿En que la afecta saber cuantas veces a la semana tengo sexo? —Dejo el marcador de lado para mirarla.

—Solo preguntaba para saber si la lista está abierta, ya sabe de las chicas con las que usted estaría —Sonríe alzándose de hombros.

—No existe tal lista y si existiera no estarías dentro de las posibilidades, solo eres mi estudiante compórtate como tal —Suspiro y eso hace sonreír más a Ben.

—Tal vez es usted el que no se comporta como tal —Señala Sam, el cual se su nombre únicamente porque los hice ponerlos en una cinta sobre las camisetas— hace días lo vi coquetear con una estudiante de otra universidad.

—Parece que si la materia fuera de mi vida personal Sam y Vic la pasarían con honores —Me permito sonreír por el recuerdo de Luciana— tienen cinco minutos para decirme el problema de contabilidad de la asociación Cartter. Si lo hacen en tres, les consigo un contrato ahí mismo.

Tomo asiento ignorando la disputa, reviso mi celular y un "hola ¿Cómo estás?" de la única persona que genera cambios emocionantes en mi ritmo cardiaco está en la barra de mensajes de instagram.

Hemos salido pocas veces, pero me resulta incomprensible lo que siento junto a ella y eso me motiva a seguir más allá, quiero conocerla y que me conozca, quiero más, mucho más como diría Ariel en medio del mar, pero no se como tenerlo y no se si ella quiere darmelo.

Ben: Tu sonrisa genera más caos.

Rio más por su mensaje, alzo la mirada y se estaba riendo desde antes.

—Acepto las hipótesis —Veo a los interesados en mi vida, niegan con la cabeza y eso alimenta mi energía— tal vez si se concentran en sus profesiones y no en mis citas tendrán mejores oportunidades laborales.

La jornada de la mañana se me hace eterna, supongo es porque los ánimos de mis estudiantes está en otro lado menos en el salón de clase y yo solo quiero responderle a Luciana, pero hay algo que me detiene. Todos refutan por el trabajo final y yo sigo mi camino a la oficina encontrándome con Tobias.

—Que lindas tus estudiantes —Juega con la silla giratoria— "Profe porfa no dejes tantas preguntas" —Rie al imitarlas— en el único lugar que me agradaría que me llamaran profe es en un juego de roles.

—Que asco Tobias, estamos en una institución, hay menores de edad —Remango la camisa.

—¿Y? No me gusta ninguna, solo te lo decía.

—¿Qué necesitas? —Tomo asiento— no creo que vengas a recordar tus días de estudiante cuando hiciste de todo para graduarte en tres años.

Aunque trate de convencerlo de que estudiara el tiempo adecuado, él se aferró en superar un límite que se puso así mismo, eso quiere decir que papá se lo impuso. Ni siquiera deseaba estudiar esto y aún así es el mejor en lo que hace.

—Papá me mandó —Pone unos documentos sobre el escritorio— ya se acerca su jubilación y quiere que hablemos sobre todo.

—No quiero nada, dile eso —Lo escribo en un post it dejando encima de los papeles.

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⏰ Última actualización: Jan 27, 2023 ⏰

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(Pov Arthur)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora