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Una joven SooYoung suspiró sonoramente y se dejó caer sobre la solitaria banca que estaba en la pequeña plaza del condominio donde vivía, dejó su bolso a un lado con un poco de brusquedad sin prestar mucha atención, estaba tan agotada mentalmente que no le importaba lo que sucediera con el bolso, todos los días pasaban con pesar para la muchacha, pero ese día había llegado al límite, no quería llegar a casa así que al salir de la universidad decidió que se quedaría allí por un rato, después de todo aquella plaza no era muy transitada.

Ser guapa para muchas es su mejor virtud, porque al parecer las caras bonitas solo pueden ser felices, ¿no es así? A todos les gusta estar contigo, pasar el rato, reírse hasta que les duela la panza, pero no se te permite deprimirte porque no puedes ser tan egoísta, hay personas que tienen peores problemas que tú, ¿por qué eres tan malagradecida? Y si, SooYoung no quería ser egoísta, no quería quejarse en voz alta porque todos inmediatamente la señalarían, tenía que permanecer callada y sonriente, dejando que todos te usen a su conveniencia, pero cuando lágrimas corren por tus mejillas no hay nadie acompañándote, porque nunca le interesaste a alguien por algo además de tu apariencia.

Pensó que era feliz, muchos omegas, betas y hasta algunos alfas querían estar con ella, constantemente recibía halagos de las personas a su alrededor y se regodeaba de ello, haciendo hincapié en lo guapa que era, pero cuando en su última cita intentó contarle sobre su carrera universitaria a su acompañante y en cambio esta se mostró totalmente desinteresada pidiéndole tomarse una selfie juntas sintió algo incomodándole dentro de sí, más cuando miró la foto en las redes sociales "una cita con la más guapa" entendió de que se trataba, no había alguien interesado en ella, solo les importaba su físico, les encantaba presumir que habían estado con ella, pero cuando necesitaba algo más que halagos y selfies vacías no había nadie más.

En silencio miraba a las pocas personas pasar, un incómodo sentimiento dentro de sí le gritaba que estaba siendo una completa egoísta de sentirse triste por eso, pero una parte de sí se decía ¿acaso la tristeza distingue entre las personas? Si eso era ser egoísta, pues entonces quería serlo, solo por ese día.

Por otro lado una chica se disponía a salir de su pequeño departamento, con un abrigo esponjoso y un adorable gorro rosa, hacía algo de frío afuera así que evitaba a toda costa pescar un resfriado, de su cuello guindaba una de sus posesiones más preciadas con la cual estaba dispuesta a distraerse un rato, el atardecer estaba por llegar y tener una hermosa foto de ese acontecimiento la haría muy feliz, sobre todo porque el clima estaba un poco frío y el vaho que salía de la boca de los transeúntes leparecían sumamente atractivo, digno de aparecer en su fotografía.

Ser nueva en el lugar le dificultaba a la hora de decidir hacía donde debía ir, no conocía mucho de por allí así que no sabía cuál era el escenario perfecto, recurrió a lo más básico, la plaza del lugar, esta conectaba a todos los edificios así que era imposible no notarla, con bastantes ánimos se dirigió hacia ella, su día no había sido el mejor, pero tenía la certeza de que su hobby le ayudaría a desestresarse.

Pero vaya sorpresa se llevó al llegar, estaba casi vacía, pero no permitiría que esto la desanimara, más aún cuando la hermosa puesta de sol estaba empezando, paseando su mirada por el lugar sonrió al decidir su toma perfecta, apuntando hacia la banca, donde detrás de esta el sol se escondía y una chica suspiraba cada dos por tres, enfocó lista para sacar su foto.

— ¡Hey tú! — un grito, que sonó molesto le distrajo, más aún porque se trataba de la chica que protagonizaba junto al bello sol la toma que intentaba capturar.

Era consciente de que a no todos les gustaba ser fotografiados, y menos por una desconocida, pero nunca nadie se había enojado tanto como aquella chica que caminaba con pasos firmes hasta donde se encontraba, el aroma fuerte que emanaba la otra llegó hasta su nariz y en menos de un segundo tenía solo el torsode la contraria ocupando el lente de su cámara.

baby thoughtsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora