34. El odio se eleva en mí

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Esa vez simplemente volvimos al lugar en donde me mantenían encerrada, ni siquiera me habló o me dijo algo referido a lo que había sucedido, simplemente miraba a la dirección que íbamos y conversaba con los demás que nos acompañaban, Jhon estaba al lado mío sosteniéndome del brazo al igual que Simon, caminaba tan tranquilo como si nunca hubiera tenido la conciencia sucia por haber matado a alguien, se lo notaba tranquilo e incluso satisfecho por lo que había hecho. Subimos las escaleras hasta el piso en el cuál teníamos que encontrar la habitación y al llegar allí me empujó para que entrara, habló solo con Jhon mientras que todos los demás se fueron a otras zonas, lo hizo pasar y él no me sacaba la vista de encima, me apoyé colocando mi hombro en una de las paredes con los brazos cruzados y analicé la situación, no quería tener nuevamente sorpresas. En medio de su charla Simón le ofreció que eligiera cuál quería que fuera su premio y ambos me miraron fijamente, en ese instante pensé en qué usar como defensa, realmente me daba igual todo, con tal de llevar a uno a la inexistencia ya estaba feliz, pero me sacó de mis pensamientos que diga "No Simón. Gracias, no me interesa", Simón rio y terminó su charla con un "tú te lo pierdes", me miró y me preguntó si quería sacar mi odio con alguien, mi rostro de asco o desprecio se mantuvo presente y luego solo miré hacia otro lado, por lo visto le molestó mi actuar, pero no hizo nada al respecto, se levantó y fue hacía al baño dejándonos solos por lo cual Jhon aprovecho.

—Ya estás bastante herida como para darte nuevos recuerdos—mencionó con indiferencia interrumpiendo el silencio

—Nunca pensé que terminarías siendo tan hijo de puta—

—¿Por qué? Simplemente hago mi trabajo como fiel amigo y compañero de Simón—

—Sabes muy bien lo que está pasando aquí—

—¿Y? No es mi problema, si Simon lo hace supongo que es porque te lo mereces... Jamás ha hecho algo sin sentido—

Ni frené mi impulso, caminé hacía él con una rabia enorme pero sin demostrarla , iba a matarlo con mis mismas manos y deseaba sostener su sangre con ellas, no podía dejarlo sentado ahí observándome con esa mirada despreciable, mínimo debía deformarle el maldito rostro pero cuando estuve lo suficientemente cerca Simón me agarró de la muñeca y comenzó a reír, me aconsejó mantenerme tranquila debido a que tenía mucho tiempo por vivir allí y me soltó, se dirigió a la puerta y la abrió, le pidió que trajera a alguien sin decir su nombre y aquél hombre le hizo caso dejándonos completamente solos, lo miré de reojo pero me mantuve en el lugar, él caminó enfrente mío y fue hacía la heladera, agarró una botella de agua y comenzó a tomarla adelante mío, lo hacía a propósito ya que sabía que había pasado bastante desde la última vez que me hidraté, no había tomado nada y tenía la garganta muy mal al punto que tenía que forzarme al hablar, me la había lastimado y mucho, necesitaba tomar al menos un poco pero no iba a pedirle, me mantuve quieta hasta que terminó de tomar y estiró su brazo para darme la botella, lo miré por unos segundos y agarré lentamente la botella, tomé la cantidad que necesitaba y la deje en la mesa, fue un momento muy tenso en el que había un silencio terrible hasta que él comenzó a hablarme de cualquier cosa ridícula que se le ocurriera, se me acercó y agarró con su mano mi rostro generando presión en mis mejillas, noté que me miraba por completo, "estás hecha mierda" expresó mientras reía, "ojo morado, labio roto, Moretones, chupones... Me encanta, ojalá Negan regrese", sus palabras ya de por si me generaban un asco que no soportaba, odiaba verlo o tenerlo presente, me sentía completamente horrible cada vez que lo tenía adelante de mis ojos además que al tener su boca no tan lejos podía sentirse su horrible olor y era posible ver su desagradable sonrisa, era algo tan espantoso que apenas podía soportar, mis ganas por matar de las peores y más desagradables maneras revivía nuevamente, podía recordar aquél viejo momento en el que había matado a la estúpida niña que no me había hecho nada comparado a este depravado mental, tan solo con pensar que la muerte de éste enfermo iba a ser infernal era algo que me fascinaba, saber que mis manos iban a lograr que este sujeto grite sin parar e iba a generar que sean incluso peor que los que me generó me alegraba tanto. Él me hablaba y hablaba sin frenar pero yo me mantenía en mis pensamientos, era lo mejor que estaba haciendo hasta que la puerta nos distrajo a ambos, era Jhon con Brahim, mi amigo al verme se quedó petrificado, siquiera cerraba la boca, noté sus ojos más brillantes al punto que desbordaban sus lágrimas y sus cejas comenzaron a moverse hasta llegar a fruncir el ceño, cerró los ojos con fuerza generando arrugar su nariz mientras su cabeza miraba hacía el suelo, trató de soltarse del agarre del idiota de Jhon pero solo lo empujó metiéndolo en la habitación, Simón se acercó a él y levantó su rostro.

Will All This End?  Parte IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora