CAPITULO 23

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Los latidos de sus corazones latían al compas de los cascos de los caballos galopar velozmente, si esta vez eran descubiertos estarían perdidos.

-Agárrate fuerte y sujeta bien a Aurora no podemos bajar el paso ay que aprovechar la poca oscuridad que nos queda todo saldrás bien ya lo veras- dijo acariciando la mano de Roció que se sujetaba con firmeza a su cintura. El cielo empezaba a aclararse con las primeras luces al amanecer

-maldición – gruño Nicolás apretando la mandíbula – nos están persiguiendo , hermano adelántate y asegúrate de que todo está preparado

-José asintió apurando su caballo no tardaron mucho en poder ver a lo lejos de la llanura una gran carreta rodeada de una pequeña escolta

-¿que está sucediendo Nicolás?- dijo nerviosa -¿por qué ay tanta guardia?

-Estamos salvados – suspiro – Tranquila garrochi (corazón) ya casi hemos llegado

-MI PEQUEÑA – grito Enrique abriéndose paso entre los guardias - ¿te encuentras bien? – pregunto ayudándola a desmontar antes de abrazarla con fuerza – no ay tiempo que perder , en marcha muchachos no podemos permitir que nos alcancen – grito el anciano mientras guiaba a las dos gitanas dentro de la carreta .

-Todo sucedió muy deprisa , la carreta se puso en marcha y los gritos de varios hombres retumbaron el lugar junto con los cascos de los caballos

-ALTOOO – una voz masculina gritaba desde la lejanía – DETEN ESA MALDITA CARRETA –

- El corazón de Roció se detuvo por un instante , sus ojos se abrieron llenos de miedo , abrazo a la pequeña Aurora con su brazos temblorosos y no pudo hacer más que esperar lo peor mientas la carreta cada vez aumentaba mas la velocidad

-Nos han alcanzado – susurro María con la cara pálida presa del pánico – esta vez eran los gritos de Nicolás y José los que se escuchaban, poco a poco la carreta fue disminuyendo la marcha hasta quedar totalmente detenida. la puerta se abrió de golpe con un fuerte estruendo haciendo que un grito ahogado escapara de las gargantas de Rocío y María que se abrazaron con autentico terror , Enrique les dedico una mirada de compasión e impotencia y se dispuso a enfrentar a Jop que lo miraba hecho una furia , con su mandíbula apretada

-Ni lo intentes Enrique créeme no quisiera tener que lamentar nada, ¡SALID FUERA AHORA MISMO, LAS DOS! – grito con los puños apretados –

-Padre -

-No, Nicolás. desde el momento en el que tratasteis de escapar deje de ser vuestro padre, ¿cómo has sido capaz de traicionarme de esa manera?

-Ella no tiene la culpa de lo que le paso. La quiero, y lo seguiré haciendo hasta el día que me muera.

-tu sigue así y tal vez lo consigas pronto – dijo entre dientes asintiendo para que lo golpearan de nuevo

-nooo – grito María intentando hacerse paso hasta sus hermanos y Samuel que sangraban en el suelo retenidos por varios gitanos – padre por favor – suplico con la voz quebrada presa del pánico pues nunca avía visto a su padre en ese estado , jop rio con desprecio

-tu también María ¿tanto es tu amor por Samuel? que lo has prefiero por encima de las costumbres no – suspiro – de ti no me lo esperaba.

-Pero padre - rogo desesperada – Samuel y José solo hicieron lo que creyeron correo

-No – el callo de golpe dándole una fuerte bofetada – no tengo nada que escuchar. Ahora mismo las cosas van a cambiar para todos vosotros. – despacio se acerco al anciano hacia que retenía tras de él a Roció - Enrique lo respeto, ha demostrado ser un buen hombre al acoger a Roció y a mi hija, bien a demostrado con su acto de hoy que por ellas sería capaz de cualquier cosa aun sabiendo de al peligro que se expone – izo una pausa acercándose más a Enrique – coja a esa muchacha y llévesela bien lejos de aquí no permitiré que se vuelva a acercar a ninguno de mis hijos. escúchame bien Roció – dijo apretando loas dientes - quedas desterrada del clan ¿eres consciente de lo que eso quiere decir?

-Si. – admitió agachando la cabeza

-Padre , no pude hacer eso – gruño Nicolás que al interrumpir se llevo un fuerte puñetazo en medio de la cara y esta volvió a sangrar

-Puedo, y lo haré. a , Samuel , tu también , así me asegurare de que no te vuelvas a ver a mi hija –

-Enrique sujeto a Roció por os hombros reteniéndola en el mismo lugar ya que forcejeaba con un guardia tratando de llegar hasta su prima que la arrastraban en dirección contraria gritando y pataleando intentado llegar hasta Samuel que estaba tendido en el suelo inconsciente , Enrique la tomo del brazo y la metió dentro de la carreta dio órdenes de que subieran a Samuel y con un dolor enorme en el pecho dio una última mirada llena de impotencia hacia Nicolás y sus hermanos él y José intentaban escapar de la paliza que estaban recibiendo mientras que María lloraba incapaz de soltarse del amarre de los hombres que la retenían

-En marcha Enrique no intervengas en cosas que no entiendes, créeme es lo mejor para todos – dijo Jop desde lo alto de su caballo.

-

-Dios mío, perdóname – susurro el anciano cerrando la puerta de la carreta para alejarse.

amor gitanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora