CAPITULO I

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-no lo creo, yo sé cuándo le caigo bien a las personas -exclame. - ¿No te lo dije?, ese "anciano" me detesta y yo a él.

-no estas obligada a otorgarle tu amistad.

-claro que no, pero el trabajo me obliga a hablarle, cosa que odio -me recosté en el suave pastizal de la colina, el lugar era muy sereno y estaba apartado de la sociedad. - no soy muy fan de los lideres...y menos de los que son arrogantes -desde luego capte la intensa mirada de mi enorme compañero autónomo, instintivamente le dedique una sonrisa burlona. - por supuesto que usted es una enorme excepción.

En cuanto sentí mis mejillas arder, desvié la mira hacia las múltiples estrellas que resaltaban gracias a la oscura noche.

-los tiempos de calma sirven para reflexionar y cambiar, si lo consideras, podrías intentar mejorar tus lazos con mi maestro.

-me conoces y sabes que lo intenté, al menos hice un pequeño esfuerzo, pero hay algo en el que me da escalofríos -odiaba pensar en que pronto terminaría el lapso de paz, que con tanto esfuerzo nos ganamos.

-no tienes de que preocuparte, desde el principio prometí protegerte y lo cumpliré a toda costa -sin dudar, él era el ser más honesto y roto que conocía, que, con tan solo mirar sus bellos ópticos azules, podrías sentirte en el lugar más cálido y seguro del universo.

-tú me preocupas, se que es mucho más peligroso que Megatron, ¿Quién me asegurara que estarás bien cuando yo no este?

-todo puede pasar, me preguntare lo mismo en cuanto te marches -respondió serenamente y al instante me tomo entre sus servos, hasta llegar a su rostro.

-de acuerdo, hagamos esto, si tú te cuidas yo me cuido, te lo prometo -lentamente me acerque hasta abrazar su rostro y al mismo tiempo acariciarlo.

-desde este momento, siempre recordare tu promesa.


-si tú me recuerdas, no me importara que el resto del mundo me olvide.






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-pobre, pobre mujer campesina, en tiempos difíciles ¿No?, siempre estás en problemas, debiendo aquí y allá ¿Verdad?, la mujer más desafortunada del mundo -comento adoptado una pose firme en su escritorio en donde tomo asiento y me acerco todo lo que necesitaba para firmar un contrato. - solo tienes que firmar el documento y transmitirme tu negocio.

-¿Solo firmo aquí?

-si.

Si tuviera que traducir a una palabra todo lo que leí, seria a "fraude".

-si claro -comente, ganándome una mirada seria y calculadora de su parte. - es gracioso, enserio.

-si -era muy conocido por su poca empatía, por sus venganzas eternas y por hacer desaparecer a la gente.

-¿Debo cederte el cien por ciento de mis ganancias? -asintió, a simple vista se notaba que trataba de contenerse.- que gracioso.

-Srta. Sánchez, voy a volarte los sesos -advirtió y señalo insistentemente el documento, como una última oportunidad.

-tengo 4 kilos de semillas que vender en estos días, no me puedo retrasar, tengo a mas socios en la mira allá fuera -aclaré. - ahora, sí me permite, cuando entre aquí Sr. Valdés, ate la cinta de mi bota y deje una granada debajo de sus barriles -no sería fácil convencerlo, ¿Cómo creer que una mujer estaría tan loca?.- son las dos de la tarde...y...si no salgo dentro de una hora, activare la granada y su muy estimada cerveza, nos enviara al infierno.- no hace más de tres minutos desde que empezamos a negociar su hijo adolescente había entrado a la oficina, el pobre chico se miraba tan aterrado.

LOVE, DEAHT + ROBOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora