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Unos brazos delgados cubrían un rostro que ahora estaba plagado de inseguridades y temores que iban a mayor escala con cada segundo que el tiempo transcurría más ninguna lágrima ha sido derramada, todo debido a que ese ser no quería hacerlo al sol...

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Unos brazos delgados cubrían un rostro que ahora estaba plagado de inseguridades y temores que iban a mayor escala con cada segundo que el tiempo transcurría más ninguna lágrima ha sido derramada, todo debido a que ese ser no quería hacerlo al solo tratar de convencerse de que todo ha culminado luego de que su cuerpo fuera tocado con descaro por esas manos heladas que parecía que por cada extremidad por más mínima que fuera había sido pasado un cubo de hielo que ocasionó temblores en él.

El que sus muslos fueran apretados, besado y mordidos por su violador le daban más razones para romper en llanto todo debido a que su corazón es frágil al igual que sus sentimientos que pese a que fueron sinceros desde un inicio nunca los tomaron con buenas intenciones y lo único que ese de ojos ambarinos buscaba era borrar su humilde sonrisa.

“Eres tan amable que me repugnas”

Las palabras tan dañinas se repetían en su cabeza acompañado de una risa llena de burla contra su persona por ser alguien tan ingenuo y tratar de ver el lado positivo en las situaciones más graves.

Pensar que esta salvando una vida a cambio de su propio bienestar y salud mental.

Proteger una sonrisa tan linda y cálida como la de aquella fémina de cabello cremoso y grande ojos rubíes que lo dejaron sin palabras a la primera vista.

Quiere mantenerla, quiere poder apreciar que se irá de aquí sin preocupación alguna.

El silencio se propagaba en la habitación oscura y sus labios temblorosos no podían pronunciar algo ni ahora - por su dolor de garganta- ni nunca.

Era tan cobarde que ni de eso es capaz de hacer.

¿Podía fingir que nada ha pasado? ¿Podría seguir sonriendo del mismo modo que lo hacía antes para evitar la preocupación de sus seres queridos?

Los brazos del rubio bajaron de a poco dejando ver su mirada opaca, una mirada que pese no tiene rastro de brillo... Mostraba el temor de volver a encontrarse con aquel ente que rondaba en la escuela.

Una expresión que mostraba saber mucho pero a su vez querer borrar lo que ahora porta conocimiento.

No se esforzó en ver de quien se trataban aquellos pasos que escuchaba acercarse lentamente hacia donde estaba.

Si se trataba de Hanako... Estaba bien, de no ser así, no le importaba mucho.

— Oye, Minamoto —

Sin respuesta. Ese chico que gritaba y apartaba aquel de sonrisa juguetona para que ya no dañase a nadie más ya no se encontraba, como si esa parte de su persona se haya escondido y ahora se encuentra a la vista la verdadera personalidad que tanto aleja para no preocupar a el resto.

Una mueca de disgusto se formó en el rostro del demonio, algo que le molesta más que nada es no tener la atención cuando la deseaba así que esta no era la excepción en estos casos.

ғᴇᴀʀ [ʜᴀɴᴀᴋᴏᴜ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora