CAPITULO 17

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Siempre le había gustado la puntualidad, quizá porque el tiempo era demasiado precioso para despreciarlo. Había llegado con algunos minutos de antelación para poder aparcar y echar un vistazo al tranquilo barrio en el que Haechan se había instalado.

Bajó del coche y avanzó con tranquilidad hacia la casa. Sonrió ante el felpudo con un curioso eslogan y llamó al timbre de la vivienda unifamiliar, las luces del interior estaban encendidas y se apreciaban algunas plantas a través de los cristales de las ventanas cubiertas por unas coloridas cortinas.

No tardó mucho en escuchar algunos ruidos procedentes del interior de la casa, puertas que se abrían y cerraban y finalmente la llave quitando el pasador de la principal.

—Ya abro yo... —escuchó desde el interior antes de que la puerta cediera y apareciese en el umbral un bonito y coqueto chico de ojos encantadores y reservada sonrisa—. Hola... Caray, Haechan se ha quedado corto... porque, tú debes ser Mark, ¿no?

No pudo menos que sonreír ante la abierta apreciación que encontró en los ojos del muchacho y la manera en que quiso salir de dudas.

—Sí, soy Mark —admitió—. ¿Y tú eres...?

El chico abrió un poco más la puerta y le tendió la mano con exquisita educación.

—Soy Taeyong —se presentó—. El hermano mayor de Haechan y uno de tus cuñados, según tengo entendido.

—Has entendido perfectamente —declaró y apretó suavemente la mano pequeña—. Es un verdadero placer conocerte.

—El placer es todo mío, créeme —aseguró el rubio retirando la mano e invitándole a pasar adentro—. Aunque me hubieses gustado un poquito más si nos hubieseis invitado a la boda.

Enarcó una ceja ante su comentario.

—Fue algo imprevisto, pero si Haechan quiere, no tengo ningún inconveniente en celebrar de nuevo nuestra boda para que puedan asistir sus hermanos —aseguró y, para su propia sorpresa, no había ironía en su voz, sino pura verdad.

—Caray —se rio el rubio y se echó a un lado, cerrando la puerta tras ellos—. Pues sí que vas en serio, eso sí que es toda una novedad.

—Hay cosas por las que merece ir en serio y tu hermano es uno.

Lo miró por debajo de las pestañas y dejó escapar un bajo resoplido.

—Veremos cuánto tiempo sigues pensando de esa manera —murmuró, entonces le indicó que lo siguiese—. Pasa, tu esposo está terminando de arreglarse. Le ha costado un poquitín ponerse en marcha...

—¿Solo un poquitín?

Lo guio a un pequeño salón y sonrió de soslayo.

—Vas ganando puntos, cuñadito, vas ganando puntos —comentó y chasqueando la lengua—. Ha necesitado un pequeño empujoncito... así que procura que se lo pase, muy, pero que muy bien esta noche y podrás seguir disfrutando de una larga y maravillosa vida...

No podía negarse que ese chico era tremendamente directo, al extremo de haber lanzado sin dudar una firme y colorida amenaza.

—¿Haces esto cada vez que tu hermano sale con alguien?

Esa perezosa sonrisa se curvó lentamente, ladeó la cabeza y le guiñó el ojo.

—No, tú has tenido la suerte de ser el primero, pero solo porque has tenido la osadía de hacer algo que los demás no han hecho; casarte con el —replicó con voz dulce—. No es personal, Mark, pero él es mi hermano y tú prácticamente un desconocido... y yo cuido a mi familia... hasta las últimas y más locas consecuencias.

ღ 𝐔𝐍𝐀 𝐁𝐎𝐃𝐀 𝐄𝐍 𝐂𝐇𝐈𝐍𝐀 ღ || ᴹᵃʳᵏʰʸᵘᶜᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora