🚔Irrompible🚔 (JIKOOKMIN)-Completada.

🚔.8.🚔

—No me puedo creer que esté pasando ésto.—Se quejaba Jimin mientras se arreglaba el uniforme de gala mirándose al espejo, las ojeras bien marcadas de haber pasado la noche sin dormir.

Yoongi se peinaba el cabello negro hacia atrás, con la gorra metida debajo del brazo, había dejado las gafas en su cubículo de trabajo y cruzaba los dedos para que las fotografías no tardasen demasiado.

Hacía unos meses un grupo de la comisaría había desmantelado una mafia emergente que apuntaba a bastante poderosa, así que anunciaron que los agentes encargados del caso serían condecorados.

Debían avisar con tiempo, pero no lo hicieron, o tal vez a Suzy se le olvidó avisar hasta el último momento.

Así que ahí estaban, vestidos con el uniforme de gala, esperando que llegase el jefe de todos los distritos para colgarles la medallita y hacerles fotos.

—Encima fue el capullo de Lee el que me contestó que era poco profesional cuando dije si podía hacerme la fotografía con la medalla en mi puta casa cuando hubiese descansado y no con ésta cara de muerto.—Volvió a quejarse.—¿Para qué me sirve que sea mi hermano el que se encarga de las fotografías si no consigo favores?

El pelinegro suspiró, dejó su pelo tal como estaba y se giró hacia su mejor amigo para ayudarlo con el último botón de la chaqueta.

—¿Cómo lo llevas?

—Como el culo, ¿no ves? Todo porque los de arriba queden bien en el periódico, seguro que el jodido viejo lleva sin trabajar cuatro días mínimo.

Yoongi le dio un manotazo a su amigo para que dejase de pelear con el botón y lo dejase a él, tiró con algo de fuerza de los cuellos hacia abajo simplemente porque tenía ganas de sacudir a su amigo cuando se ponía insoportable, pero quedaba mal hacerlo en el trabajo aunque estuviesen metidos en el baño.

—Me refiero al matrimonio de Seungyeon y el inspector, Jimin.

La expresión del castaño cambió entonces y dejando los brazos colgando a cada lado de su cuerpo, con la vista clavada en el techo mientras su amigo le colocaba bien el uniforme.

—Bien, Yoon, ya lo tengo superado.

—¿Me estás mintiendo?

Jimin se alejó de su amigo que ya había hecho su trabajo y fue su turno de mirarse en el espejo y tratar de colocarse el pelo de buena manera solo con agua. Le habían avisado de las fotografías a minutos antes de que terminase su turno de noche y sólo le dio tiempo a maldecir e ir a por el uniforme de gala y cambiarse en la misma comisaria. Ni una ducha pudo darse.

—No te estoy mintiendo. Si me preguntas, me parece un poco precipitado, pero no es mi vida. No me importa.

Yoongi lo miró detenidamente, comprobando las bolsas bajo sus ojos y la palidez de sus labios. De verdad esperaba que el paripé terminase pronto y pudiese largarse a dormir.

—Hey, estamos solos, puedes admitir que te sientes un poco mal, te conozco.

El castaño dejó caer la mano con la que se peinaba sobre el mármol que rodeaba los lavamanos y miró a su amigo directamente a los ojos. A veces odiaba que se conociesen tan bien, a veces le gustaría que las cosas más complejas fuesen su secreto y que si lo terminaba compartiendo con Yoongi fuese porque quería, no porque su amigo lo veía grabado en su cara.

—No me siento mal porque se casen, Yoongi, sabes que ya no siento absolutamente nada por Seungyeon.—Contestó frunciendo un poco el ceño.—No quiero hablar de ello y mucho menos aquí.

El más pálido asintió sin abrir la boca y ambos salieron del cuarto de baño esperando que Taehyung ya hubiese llegado y que los mandamases no se demorasen.