Querida August
Los abuelos están un poco preocupados porque no ha parado de llover estos últimos días. La tempestad ha hecho de las suyas, derribó algunos árboles detrás del pastizal, así como si mi conciencia se viera desnuda en la inmensidad del follaje. Aunque siento que su angustia se origina de otro lugar, perder la cosecha sería la entrada derecha a la preocupación. Dicen que no, pero en secreto el granero fue mi cómplice mientras resguardaba a flor de la tormenta. El carruaje de los envíos vino un día inusual, un jueves en mitad del mal clima. Solemos verlo los miércoles, una vez al mes. Aquel mes llegó dos veces y me atrevería a decir que en muchas ocasiones desde que la frase es "cosa de adultos" se volvió mi lema de prohibición.
Estoy seguro de que si estuvieras aquí la ansiedad no me tragaría, al contrario buscarías las palabras para encontrar mi calma. No culpo a la abuela después de todo tiene que hacerse cargo de la granja, del joven Jimmy y de mi abuelo quien parecía marchitarse por el consumo que le generaba la cama. Ahora solo era mi alma rota, las crípticas pistas manchadas de azul, la frondosa calabaza que mimaba todos los días y ese sutil susurro que vaticinaba el caos.
A la espera de que no se entere de mi misión espía, Ithan.
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Las Memorias de Ethan
Short StoryEn un mundo donde la vida cotidiana está llena de recuerdos y desafíos, se oculta una historia de profunda introspección y emociones intensas. Una tormenta de lluvia cubre los errores del pasado y alguien atormentado busca refugio en una granja aisl...