Mi gran amor

Parte 7

Ya cayendo la luz del nuevo día, Lesly se despierta con el sonido de la alarma.

Por costumbre agarra su celular, al ver la parte superior de su teléfono se da cuenta que se ha quedado dormida de lo normal; se moría de ganas por ver qué fue lo que Brisa dijo, pero solo fue un simple "JAJAJA", un poco decepcionada de la acción le envía un "buen día", que junto con ello un "te veo en la universidad".

Al mismo tiempo en cuestión de segundos sale directo a la ducha. No escucho la alamar. —Creo que soñé con Brisa y no quería salir de esa fantasía—.

Todas las cosas de la rutina diaria madrugadora las hizo demasiado rápido. Para suerte de Lesly, algo muy interesante estaba por superar en la universidad, algo con la cual quedaría sorprendida.

Noah sabía lo que quería de hace ya tiempo, sabe lo que mataría de la alegría a Elena. Noah se encontraba junto a Elena, esperándola en su carro, la había espero por cinco minutos; Lesly era un poco lenta, pero esta vez se pasó de lo normal, casi nunca se queda hasta noche, casi nunca espera la noche para quedarse dormida, pero esta vez sin sentir, se quedó dormida.

Llega poniendo excusas para que sus amigos no le dijeran nada a ella. Fue en vano. Los buenos días se los dio de costumbre junto a un abrazo, lo que significaba el cariño y amor que sentía hacia ellos.

—¿Crees que tenemos todo el tiempo del mundo? —su cara comenzaba a enseñar malas vibras.

—¡Cierto!, ya estas toda una muchacha, y la responsabilidad la tienes que tener cerca de ti —Elena mueve los ojos en círculos.

—¡Ya se, ya se! —me sentí un poco mal— ¿Al caso no puedo fallar una vez? —. Si, pero solo tienes permiso por ahora —todos sonreímos—.

—¡Vamos!, se nos hace más tarde lo que estamos ya, tenemos que irnos justos ahora—. Si —las dos lindas chicas dicen a un unísono.

Los tres chicos se suben al auto móvil, en camino para su universidad, en donde tienen que recibir sus avanzadas clases.

—¡A ver!, ¿Como vas con Brisa? —Noah voltea a ver a lesly por el espejo retrovisor mientas hace unos bailes con sus delgadas cejas. Rápidamente entran en calor, en aquella fresca mañana sus mejillas. Su color de pómulos dieron un cambio de color tan radical.

En aquella oscura mañana Elena logro ver su cambio de mejilla, de Lesly.

—¿Qué te pasa? —ríe.

—¿Por qué lo dices? —Lesly hace una cara confusa.

Noah ve a Lesly por el espero como hace unos minutos y ríe.

—Veo que los pómulos se te han calentado por solo escuchar el nombre de Brisa —ríe picara—.

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—Bien niñas, ya es tarde. Gracias "Lesly" hemos venido así.

Las chicas salieron del carro, Elena salió del mismo lado que Noah. Se voltean, cara a cara, Noah sierra su ojo izquierdo y abre su boca, dejando salir de lengua. Ese gesto lo hacían de costumbre, como una indirecta de un secreto. Noah le hizo saber que el plan iría en marcha. ¿Qué plan? ¿Qué plan se traen los dos?.

Lesly voltea hacia dónde están sus amigos y ve la acción—. ¿Que se traen? ¿Acaso me esconden algo? ¡Si sabes verdad que yo he inventado ese gesto! Y tú piensas usarlo hacia mí.

—¿Saben qué? Ya es tarde —Noah ve el reloj de agujas plateado que carga en su muñeca derecha.

—¡¡Diablos!! Se nos ha ido por alto.

Los tres chicos corren, cada uno para sus aulas correspondiente, en el caso de Elena y Lesly van juntas.

Lesly y Elena se encuentran de pie, frente de su aula asignada. Por lo que han notado, su maestra no se da cuenta de su ausencia; no tienen idea de cómo ingresar dentro, sin que nadie lo note.

—¡Se me ha encendido el foco! —Lesly lo dice con sentido de nerd.

—¡Por favor!, tus ideas siempre son estúpidas —Elena gira sus ojos—. Que tonta eres.

—Me arriesgo contigo ¿Qué hacemos?.

—¡Correremos por nuestras vidas!.

—Lo he dicho y lo confirmo. Tus ideas son estúpidas.

—Como puedes notar, la maestra está pasando lista, él lo que ella está llamando a uno de nuestros compañeros nos incorporamos a clases.

—¡Bravo! —Elena lleva sus manos hacia arriba, en sinónimo de alabar— ya era hora. Pero hay un detalle: nosotros somos de la lista la diez y siete, y tú la veinte; ya va por el diez.

—¡Bien!, nuestra maestra ve la lista, en donde están los nombres de cada uno de nosotras aprovechamos para meternos corriendo, creo que no se darán cuenta.

—Todo sea para que no llamen a nuestros padre —se persigna—.

—Zoé —, presente—.

—María —, presente—.

—Luis —, presente—.

—André —, presente—.

—Mar... —Rápido tonta —Lesly jala de un brazo a Elena— Elena tropieza y cae antes de entrar a la puerta.

Los compañero sabían que ellas estaba allí, ellos fueron cómplices de que ellas entraran tarde. Lesly no soportaba al ver que Elena estaba tirada en el piso, boca abajo, tenía su pierna derecha encima de la izquierda, su brazo derecho estaba debajo de ella, y su izquierda debajo de ella. Su maletín voló unos metros aparte de ella, y junto a él estaba en zapato que se extravió al caer.

Elena tampoco soporto ver el rostro de Lesly, el rosto de Lesly estaba como tomate: rojo. Ella estaba sentada muerta en risa, con su mano tapando su boca, y con la otra sostenía su iPhone.

Al escuchar las risas de ambas la muestra se enoja por que fue interrumpida con tantas risas.

—¡Niñas! —dice enojada— a la dirección —señala con el dedo índice.

A las chicas no les toca otra alternativa que irdonde el director.