Cartas al amor.

Primer amor ¿primer dolor?

'Siempre estuvo ahí, ¿sabes? Era cómo conocerlo pero a la vez no hacerlo, ¿entiendes la situación? Me llamó la atención varias veces, pero lo que sentía era desconocido. No sabía lo que era sentir 'eso'; era muy raro. Pensaba que todo sería bonito, con paseos por los parques de la mano y él regalándome una rosa por nuestro primer mes, pero no, no todo es agradable y no sólo son regalos. Sentía que cuanto más me acercaba para conocerle, más se cerraba a mi, más me impedía formar parte de sus semanas; cada vez que me armaba de valor para mostrarle mis sentimientos, llegaba él con su chulería y egocentrismo y lo arruinaba todo, todo. Hasta que nos confesamos; esas mariposas que percibíamos en el estomago cada vez que nos abrazábamos y él apoyaba su barbilla en mi frente o simplemente cuando le pillaba mirándome de reojo y lo intentaba disimular tosiendo. Nos lo dijimos y todo fue a mejor; cada vez sabíamos más entre nosotros. Sí, seguía siendo igual, pero nos queríamos. Me encantaba pasar las tardes hablando con él de cualquier cosa sin sentido o de nuestros futuros tatuajes. Me encantaban sus ojos, y que fuera tan alto... Su risa era especial y me encantaba que después de contarle uno de mis chistes malos fingiera que se reía y pensara que yo no me daba cuenta. Y sus abrazos de despedida cada vez me quitaban un poquito más de aire, no por la fuerza que ejercía al abrazarme, si no por los suspiros que él hacía que me pasaran al pensar que nos teníamos que ir. Quería pasar cada momento que tuviera junto a él. Quería... Quería que no acabara. Sí, todo iba bien hasta que fue mal. Preferimos quedarnos donde estábamos y caer, a seguir subiendo y que la caída fuera más fuerte. Y si ahora forma parte de mi pasado es porque quise que fuera así. Ahora en vez de mirarnos a los ojos, nos miramos con asco. Ya nada es igual; sí, dolió, pero como todo. Siempre estamos en una montaña rusa de sentimientos, y si baja, tiene que volver a subir. Además, él ya no me importa.'