De repente, me encuentro con una superficie plana, cuya frialdad me cala hasta los huesos. Lo he conseguido. He llegado a la cima.
Exhalo aliviada e intento calmar mi acelerado corazón.
No mires hacia abajo Roseanne.
Puede que lo haya conseguido, pero aún tengo que mantenerme estable.
Trago saliva, me duele la garganta.
—Has tardado bastante. —comenta Lisa delante de mí, y yo le miro con cansancio.
—Lo sabías. —susurro dócilmente, indicándole que era consciente de mi miedo.
—Lo sabía. —responde con suficiencia, y no es hasta ahora cuando reparo en el cuerpo que se encorva en el suelo a su lado.
—¡Jennie! —grito, sintiendo alivio y preocupación al ver las manchas rojas en su cara y su blusa.
Cuando ni siquiera se da cuenta de mi presencia, me preocupo aún más.
—¡¿Qué le has hecho?! —le grito a Lisa, con la voz temblorosa por el viento.
—Nada que no se mereciera.
—Por favor, Lisa. —le ruego, mi voz apenas se transmite a través del viento —Déjala ir.
—¿Te has estado acostando con ella? —suelta de repente con dureza antes de mirarme con ardiente ira.
—Lisa, no he venido aquí a...
—Eres una zorra. —dice con evidente odio en su voz —Debería matarla.
Me quedo paralizada.
—No. N-no lo hagas. —tartamudeo, aterrada.
—Por un momento, pensé en dejarla ir ¿sabes? Iba a dejarla ir si me jurabas que te alejarías de ella.
Empiezo a asustarme, intuyendo a dónde va esto.
—Puedo jurarlo. —suelto sin pensar —Si eso es lo que quieres, ¡lo juro!
—¡No! —grita haciéndome saltar y agarrarme aún más a la barandilla.
Sé que debería soltarla por el bien de mis dedos. Se me están entumeciendo y solo me proporcionan una falsa sensación de comodidad, pero no me atrevo a soltar lo único que me impide tener un ataque de pánico. Ni siquiera para calentarlos lo suficiente como para que vuelvan a ser útiles.
—Dije que pensé hacerlo. —dice Lisa con dolor en la voz —Pero he cambiado de opinión. He matado por menos, Roseanne. Cada fibra de mi cuerpo quiere matarla por lo que ha hecho. Se lo merece.
Niego desesperada.
—No, Lisa. Por favor, te lo suplico. Nada de esto es culpa suya. Por favor, si de verdad te importo, la dejarás irse.
Cierro la mano izquierda en un puño apretado, con la esperanza de recuperar algo de sensibilidad en los dedos.
Lisa me agarra con fuerza e intenta acercarme a ella, pero yo grito de miedo y me agarro fuerte, muy fuerte, a la barandilla. Me niego a soltarme.
Ella parece darse cuenta de mi clara angustia y, finalmente, deja de luchar contra mí y, en su lugar, avanza unos centímetros y deja que mi puño se escape dentro de su gabardina. Con cuidado, intenta apartar mi otra mano de la barandilla.
—No, por favor. No puedo...
—Shh. —me calla, apartando mis dedos con facilidad y guiándolos dentro de la calidez de su cuerpo.
A regañadientes, dejo que se queden allí, filtrándose en su calor cada vez más lentamente.
—Por favor. —le ruego de nuevo mientras está a escasos centímetros de mi cara —Perdónale la vida...por mí.
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WICKED GAME (ROSÉ)
Mistério / SuspenseTodo comenzó con un aparentemente inocente juego de Verdad o Reto en una fiesta de la fraternidad. Pero pronto se convirtió en un aterrador juego de vida o muerte...justo cuando alguien puso sus ojos en ella. •ADAPTACIÓN• Todos los créditos al autor...