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★⌒꒷꒦¿Cómo llegaste aquí? ¡Quién sabrá!
Te presento un lindo libro sobre oneshots y otras cosas sobre DSMP o Dream SMP, lo mismo. Ya que estas de paso, ¿no quieres leerlo? ˊᵕˋ
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No estoy siendo a...
ᴀᴅᴠᴇʀᴛᴇɴᴄɪᴀs. ────────────✧ — Obsesión. — — Posible secuestro. — — Quizás gore [Pero tampoco tan explicito] . — —¿Sigue la historia del DSMP? No, claro que no. — ────────────✧
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— Un sueño normal. ¡Él solo quiere un sueño normal! ¡Es todo lo que pide! Un sueño normal, es lo único que desea, lo único que quiere ahora mismo. Un sueño normal, por favor. ¡Solo dale un sueño normal!.
George despierta de golpe, encendiendo la luz de su habitación por temor a la fría oscuridad. Ocurrió otra vez. Se pasa las manos por sus ojos y mejillas, limpiándose las lagrimas cristalinas que derramo por lo ocurrido. Tenía miedo.
— No quiero dormir... — Pensó el castaño mientras desviaba la mirada, a su vez lo que eran millones de pensamientos pasaban por su frágil mente. No podía más, sus ganas de dormir eran menos y menos luego de cada sueño horrible que tenía. Por culpa de eso, ahora tenía miedo; miedo de ser abandonado, miedo de la penumbra oscuridad, miedo de perder todo lo que amaba en segundos, miedo de dormir y nunca despertar nuevamente.... Era inevitable que el joven no pensara en eso.
Por otro lado, un ojo estaba observando todo. Como aquel mortal sufría de constantes pesadillas nunca antes vividas, como despertaba llorando, como encendía la luz lo más rápido que pudiese. Él lo veía todo con una sonrisa impregnada en su rostro pálido, detrás de la mascara.
— ¡XD! Por favor... ven, no quiero estar solo, no de nuevo. — La voz del castaño se hizo presencia, estaba rogando de que viniera el recién nombrado. El ojo solo sonrió en sus interiores más profundos. ¡Él, él lo estaba llamando! ¡lo necesitaba! ¡lo amaba! Si, era eso.
Lo amaba. Por eso suplicaba por su llegada.
Al poco tiempo, la entidad apareció al lado del castaño el cual este sonrió con esperanzas. El ojo o mejor dicho, el dios y guardián de la stronghold, XD, se acerco a la cama de George, apoyándose un poco en esta. Al cabo de simplemente segundos, fue abrazo al instante. Se escuchaban sollozos y murmullos incoherentes provenientes del soñador, George.
— Ya paso Sunshine, ya paso. Estoy aquí. — Dijo la deidad mientras acariciaba con cuidado al joven que lloraba por aquel horrible sueño. No era la primera vez que lo llamaba por esos espantosos sueños que empezó a tener. No era la primera vez que lo abrazaba con fuerza como si en algún momento se convirtiese en polvo... Nunca fue la primera vez.
— ¿Qué soñaste esta vez? — Preguntó de forma curiosa XD mientras aún seguía calmando a su amado. En sus interiores más profundos, disfrutaba verlo sufrir, llorar, suplicar por su llegada... Todo lo que el menor hacía le volvía un loco de remate. No por algo se lo llevo a un sitio lejano, lejos del DSMP, lejos de la gente, lejos de Dream. Solo él y George, solo ellos, los dos juntos.
— Estaba en el bosque... con Dream hasta que de repente todo se torno oscuro, solo había oscuridad por lo que empecé a caminar. Rato después, me encontré de nuevo con Dream dándome la espalda, me acerque a él al percatarme que no se giraba cuando lo llame. En eso, de repente... ¡de repente su cabeza se cae de su cuerpo! Dejando que su cuerpo se caiga formando un charco de sangre a su alrededor... — Eso fue lo que dijo George y lo único que se le entendió puesto que lo demás fueron palabras ahogadas por llantos y sollozos. Se pudieron escuchar solo pequeñas palabras como: órganos, sangre, ojos...
Realmente, XD no lo tomo tanta atención. Ya sabía la historia y el fatal final que se encontraría. Al fin y al cabo, él causo ese sueño. ¿Con qué finalidad? ¡Que lo llamase, por su puesto! Que suplicara por él, que le prometiera que nunca le dejaría.
Prometió que lo cuidaría si duerme. Aquella mentira tarde o temprano ahogara al castaño.
— Tranquilo, tranquilo. Solo fue un mal sueño, ya paso Sunshine. — Dijo la deidad mientras acariciaba y tocaba al menor de una forma tan frágil, como si fuese un muñeco de cristal que se rompería en cualquier momento.
— Prométeme que no me dejaras... ¡por favor! — Suplico una vez más el menor, sus inseguridades y sueños nunca le ayudaban, necesitaba a alguien que no se fuera de su lado.
— Te lo prometo por siempre, Deer. — Habló la XD mientras aún seguía con sus acaricias y delicados toques, causando que el menor volviese a caer rendido nuevamente al sueño.
— Y siempre lo haré, cariño. Estamos destinados a ser. —
El pecado tan bajo cayó, que amor se hizo llamar.
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