Capítulo 8 - DR0G45

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Darío POV

Despertaba tranquilamente, al lado de Oliver, abrazado, calentito.

Pude sentir sus suaves latidos, me iba a dormir otros cinco minutos, cuando sentí que Oliver se despertó.

– Buenos días, amor~ – me dijo algo modorro.

– Buenos días –

Nos levantamos, nos cambiamos, me tomé unos medicamentos, esperé a Oliver y bajamos a almorzar.

Mientras Oliver me llevaba cargando en sus brazos, me abracé de él recordando nuestra bella cita.

Sin darme cuenta estaba sonrojado, no quería bajarme de sus fuertes brazos, pero era hora de almorzar.

Mamá y Alessio habían salido temprano, así que almorzamos juntos con Vanessa.

– ¿Y cómo se la pasaron ayer? – preguntó Vanessa.

– Bien, aunque pudo ser mejor – dije, pude ver que Oliver estaba malentendiendo mis palabras – una señora nos molestó pero nos fuimos de ahí –

– Solo por eso, ¿verdad? – mierda, Oliver estaba molesto.

– Sí, no te preocupes, Oliver~ – le di un beso en la mejilla para que se calmara y funcionó.

– Ojalá no haya que encargarse de ella también, Oliver, tal vez Darío ya te ama de verdad verdad – creo que Vanessa pensaba que había perdido la idea de salir de aquí, aunque... ¿por qué no pedí ayuda cuando pude?

– Lo mismo digo, Vanessa –

Le dejé de poner atención a su plática cuando me puse a pensar en que tan tonto fui por no decir nada cuando estuvimos en público.

Me distraje de comer también, no me quedaba mucho en el plato, pero fue evidente que no estaba comiendo.

– Amorcito, ¿estás bien? – me dijo Oliver.

– ¿Eh?... Sí, todo bien, solo pensaba –

– ¿Se puede saber en qué? – dijo Vanessa.

– No – dije secamente.

– Okey, pero no te enojes, amor –

– Cállate – mal momento para sacar mi enojo.

– No me faltes al respeto, Darío – dijo el secuestrador.

– No es una gracia lo que me has hecho, Oliver, no sé cómo pude no pedir ayuda ayer – me iba a ir de ahí cuando recordé que no traía la silla de ruedas.

– Dale lo que merece, Oliver –

– No ayudas, Vanessa – le dije molesto.

– Fue una mala idea llevarte de paseo ayer, Darío, eres un pendejo desagradecido –

– ¿Eso significa... que tu disculpa fue una mentira? – lo veía con lágrimas en mis ojos, no quería pensar que sólo lo había hecho para que me calmara.

– La disculpa fue real, pero no valió la pena viendo que eres tan malo –

– Si quieres que hablemos de maldad aquí va... mataste a mucha gente inocente, me secuestrate, me quebraste las piernas, me apuñalaste el brazo, me violaste, y me golpeaste porque no me había hecho un lavado que no pensé que necesitaría -

–Y dale con lo mismo, ¡¡lo hice por ti!!, ¡¡porque te amo!! –

– No sé porque dije que yo también te amo, porque no es así – sabía que eso le rompía el corazón al punto de casi matarlo.

• Nieve ensangrentada • (BL / Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora