This is Pretty Too [TaeKook]

《26-1》

"Los perfectos momentos vienen después de casi haberte muerto de tristeza"

Se detuvo justo a las puertas de la universidad, con su mochila a sus espaldas y una expresión brillante. Finalmente llegó el viernes y estaba libre de las responsabilidades académicas.

Sintió un empujón a sus espaldas y se giró con una expresión sombría, preparado para reprender a quien fuera el que lo había molestado, y sin embargo su rostro cambió a uno de molestia cuando se dio cuenta que se trataba de Jimin.

─ Hey, ¿qué harás el fin de semana, Jungkook? ¿Deberíamos salir a beber un poco?

Él bufó. ─ Estoy ocupado.

─ ¿Tienes planes?

─ No, pero me aseguraré de estarlo, así que no puedo salir contigo. ─Empezó a caminar por un costado de la calle, sintiendo la presencia de su amigo a sus espaldas─.

─ Ah, qué malvado eres, y yo que quería invitarte. ─Pasó sus manos por detrás de su nuca y siguió caminando a la par que veía por el rabillo cómo una pequeña sonrisa silenciosa se deslizaba por los labios de Jungkook─.

Continuaron caminando, disfrutando de la brisa fresca combinada con el sol de mediodía que les daba justo en la cara.

─ Oye, ¿vas a seguirme hasta que llegue a mi casa? ¿Es que no tienes nada mejor que hacer? ─Puso sus ojos en blanco a la vez que escuchaba los silbidos de Jimin a su lado─.

─ En realidad no quiero volver a casa aún y ya que te molesta mi presencia, me quedaré un rato más. Además ¿no se supone que hay un café por aquí a donde siempre vas? Iré a probar qué tal es la comida, ¡estoy hambriento!

Jungkook sólo suspiró en rendición. Desde la vez en la que habían ido por ese helado, la confianza de Jimin para con él había aumentado y ahora lo único que ese chico sabía hacer era ser una molestia, y aunque sabía que en cualquier momento podía sólo pedirle que se fuera y lo dejase solo, él simplemente no lo hacía e ignoraba por completo las razones por las que él mismo se comportaba de esa forma.

Dieron algunas vueltas más entre los callejones fríos de la ciudad hasta empujar la puerta del café y escuchar el tintineo de la campana acompañado de una ola de aire caliente con aroma a café y pan recién salido del horno que los golpeó.

─ Ah, eso huele muy bien. ─Se acercó al mostrador con entusiasmo y le sonrió al chico del otro lado─. Buenas tardes, me gustaría un café con crema y azúcar por favor. ¿Y qué es ese olor tan delicioso?

─ Acaban de salir unos pasteles rellenos, ¿te gustaría uno?

Jimin asintió y tomó asiento en una mesa al fondo del lugar, mirando con curiosidad a su alrededor.

─ ¿Trajiste a tu amigo, Kook?

Jungkook, quien veía a Jimin desde su lugar, negó de inmediato con su cabeza y su propia expresión se deformó en desagrado.