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Oh SeHun jamás llegó a imaginarse que los problemas acontecidos durante su infancia podrían volverlo tan incapaz de ser un buen padre para su primogénita.
Ser expresivo con las palabras era, sin duda alguna, un gran desafío para él. De igual forma, siempre se aseguró de evidenciar lo mucho que amaba a su hija mediante pequeñas acciones, aunque, el hecho de no decírselo directamente logró que YuRim se preguntara si realmente él la quería. Y las cosas se complicarán cuando SeHun accionó de la misma manera en la que lo hizo su padre, cuando era un niño, contra YuRim.
Desde ese momento, SeHun supo que, para llegar a ser un buen padre, tenía que superar todas aquellas experiencias que se han internalizado en él y no terminar siendo igual que su padre.
