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- Te dije que lo había leído de varios lugares, ¿Tu casa o la mía?

-Esperen, ¿Ya?- la mayor los detuvo antes de que se genere una acalorada decisión. El pelinegro estaba temblando, y estaba más sonrojado que nunca, y el castaño estaba moviendo sus hombros de manera rápida, casi mareándola a ella. Si iban a tener relaciones sexuales tenía que ser con cuidado, anticonceptivos, condones, etc, así que miró a los dos menores.-¿Eres regular?

Pregunta a Paulo, que comenzó a asentir rápidamente.

-Incluso tengo mi calendario, ¿Quiere verlo?-Ambos mayores niegan, viendo al chico que comenzó a cerrar su mochila que estaba en su dorso.

Cristian comenzó a temblar al momento que la vista de la doctora se dirigió a él. Estaba nervioso, claro que si. Había soñado repetidas veces que Paulo siempre se le declaraba, fantasías que la alarma siempre se encargaba de trozar frente a él. Soñaba que él y Paulo estaban juntos, en una cita, sabiendo directamente que era una cita romántica y no una salida de amigos, compartían besos y leves caricias, y siempre eran eso.

Cristian podría ser torpe, descuidado, no tan inteligente, podría ser muchas cosas, pero jamás una pervertido con el menor. Todas sus fantasías solo se limitaban a imaginar un romance con él y nada más, porque sabía que si se imaginaba a él y al 'amor de su vida' teniendo otro tipo de contacto descarado, iba a morir de vergüenza cada vez que lo viera, como si supiera leer la mente.

Si alguna vez se estaba masturbando y de repente venía la imagen de su mejor amigo, dejaba de hacer lo que estaba haciendo, se bañaba con agua fría, y leía la biblia, la Santa palabra del Señor para dejar de ser un completo pervertido, aunque ni siquiera estaba haciendo nada malo, o por lo menos para él, eso era algo que debía ser pagado con dolor.

Tal vez por eso la mitad del tiempo terminaba con sus nudillos ensangrentados por golpear a la gente que decía algo malo al respecto del cuerpo de Pau, siendo un comentario pervertido, subido de tono, o en si, una burla.

El director le había advertido que una pelea más y se iba expulsado, cosa que preocupó a ambos chicos. Lo único que le gustaba de la escuela a Paulo era ver a Cristian, y ese pan delicioso de la cafetería que solo servían los miércoles y viernes, y para Cristian sería doloroso pasar la escuela sin su mejor amigo.

Aunque ambos tenían otros amigos, con los consejos para socializar de Pau, el pelinegro hizo uno que otro amigo, y se volvió algo popular, volviendo de su apareciera algo aterradora su atributo, y el menor, siendo cercano a Cristian, también se volvió algo popular e hizo mas amigos por ahí, más de los que ya tenía.

-Cuti, ¿Por qué estás tan rojo?-Un hermoso rostro cercano hizo al mayor dejar de soñar, y volvió a la realidad. Estaban en la oficina de su nutrióloga, debatiendo los beneficios sobre el sexo seguro y las desventajas si se descuida algún aspecto.

-Hablar de sexo no es algo que... esté acostumbrado.

-Pero si ya tuviste.

-¿Te sientes cómodo hablado sobre malas calificaciones?-El menor niega, mirando con un puchero a su mejor amigo.-¿Entonces?

Paulo comenzó a jugar con sus dedos, haciéndolo ver tan tierno a los ojos de sus dos mayores, que alzaron sus cejas al ver tan tierna imagen.

El mejor con sus mejillas sonrosadas, sus labios rojizos abultados, y su ceño fruncido, sumando con sus dedos, se veía como un niño pequeño regañado. Ambos estaban casi fuera de sus asientos logrando ver al pequeño chico, que comenzó a mover sus piernas en lo restante de la silla. Cristian miró a la doctora Sabatini.

-Quiere tener sexo para bajar de peso, no quiere hacer ejercicio.

-El sexo es como ejercicio, no le veo nada de malo mientras ambos se cuiden, eso si, tienen que seguir la dieta que les receté para que sea más eficaz.

-¿¡Lo vas a apoyar?!

-¡Míralo, es una masita tierna, ¿Acaso tu no le cumples todo lo que quiere cuanto te hace ese pucherito?!

-¡Sí, pero se supone que tú no!

-¡¿Cómo querés que no encuentre adorable ese pucherito si veo videos de gatitos bebés con mi esposa porque es alérgica a ellos?? ¡Los pucheros de Emi me hacen sentir que no debemos tener ningún animal en la casa para complacerla, ¿No querés complacer a tu pareja?!

Ambos chicos la miraron, Cristian con una sonrisa estúpida y Paulo con sus ojos bien abiertos.

-No somos pareja.

Oriana tapó su boca, y vio el rostro antes feliz de su familiar. Hace segundos tenía una sonrisa que iluminó la habitación.

-¿No? Oh, lamento decir eso.

-No se preocupe, todo mundo lo dice, somos muy unidos, así que piensan que Cristian y yo somos novios por nuestra cercanía.

-Bien, Pau, ¿Podés esperarnos un rato afuera? Tengo que hablar con Cristian sobre cosas de penes.

-¿No me puedo quedar? Así aprendo más.

-No, gracias, esto es privado, es sobre glandes, testículos, prepucios, semen.

-Ok, adiós.

Unos pasos, y Oriana se paró para abrirle la puerta al menor, vio que se sentó lejos, y volvió a acercarse a Cristian de manera brusca, que la miró rara por cómo estaba.

-¿Si no son pareja por qué vinieron agarrados de las manos? Pensé que ya eran pareja, siempre lo llevas a casa para las reuniones.

-A Pau le dan miedo los hospitales, y cuando tiene miedo entrelaza nuestras manos o se aferra a mi, no somos pareja.

-Pero te gustaría.-Cristian asiente inconscientemente, pero luego niega.-Si te vi estúpido mocoso, si quieres, ¿Por qué estás tan en contra de que tengan sexo?

-Quiere bajar de peso porque escuchó que Lisandro, A.K.A el chico del que está enamorado, dijo que saldría con él si bajaba de peso, ¿Sabes cómo me sentí después de escuchar eso?-Oriana mueve su cabeza de un lado a otro, semi negando.-Horrible, quiere bajar de peso solo para que ese idiota se fije en él.

-No tiene nada de malo, a él le gusta alguien más, tú no te confesaste, déjalo.

-Si Lisandro estaría dispuesto a salir con Pau debería hacerlo ya, a mi me encanta como es, no entiendo nada.

-Yo menos, ¿A Lisandro si le gusta?

-Paulo es hermosisimo, no necesita bajar de peso para darnos cuenta de eso, pero, Lisandro es mala persona, hay algo en él que no me gusta.

-Se le llaman celos, estás celoso.-La mayor se sentó al lado de Cristian, viéndolo directo a los ojos.-Ten sexo con él.

-¿Por qué?

-Aprovecha aunque sea un poco su calor, momentos junto a él, tratalo con cariño, trátalo sabiamente, trátalo suavemente, dale toda toda tu ternura.-el menor algunas veces odiaba a su familiar, pero no podía negar que sus consejos son buenos.

-Me estoy aprovechando de él.

-Él igual de vos, es un bien común.-Saca de su bolso unas pastillas, y se las entrega al menor. -Las pastillas anticonceptivas no tienen calorías, es muy raro que la hagan aumentar de peso, pero aún así que hazlo comer sano y que beba mucha agua, se las tiene que tomar diario, puede notar el periodo irregular pero- olvídalo, mejor se lo digo a él, ya largo de aquí, saquen otra cita para una semana, ¡No lo hagan todavía!-Le quitó las pastillas al menor, y las volvió a guardar en su bolso, mirándolo con los ojos entrecerrados.


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𝗱𝗶𝗲𝘁 𝗼𝗳 𝘀𝗲𝘅 ━━ cuti x paulo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora