Prólogo

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Los rizos de Guillermo se movían conforme al fuerte viento de aquel lugar que parecía una fantasía, justo como en aquellos cuentos de hadas que a los niños les encantaba imaginar, el viento no dejaba de soplar mientras las plantas le seguían, las corrientes de aire jugaban con las hojas caídas y pequeñas corrientes de agua atravesaban las estructuras de piedra que se formaban.

No sabía en dónde se había metido por intentar seguir a aquel castaño que no dejaba de sacarle de sus casillas, era la primera vez en la que estuvo demasiado cerca de alcanzarle y al fin acabar con una fuente de problemas que ese chico le brindaba, parecía que aquella persecución se había acabado, sin más, estaba dispuesto a irse hasta que escuchó una risa, esa risa burlesca que siempre resonaba en aquel lugar desconocido.

—Francisco, no es bueno rendirse tan rápido, creí que tenías más voluntad de querer regresar con el premio eh, se supone que sos uno de los mejores superhéroes que ha pisado la tierra, debés darles un trofeo entre barrotes para que crean en vos— dice el castaño que estaba parado entre aquellas estructuras húmedas.

—No necesito ningún premio, solo hago que confíen en mí, en cambio tú necesitas dominar algo para que todos te respeten, si yo regreso ahora incluso sin ti ellos seguirán confiando, en cambio a ti te dejarán de temer ¿no es así?— No iba a permitir que aquel hombre se exprese así de todas aquellas personas que confiaban en él, no era necesario llevar a un villano a tener un castigo, las personas confiaban su seguridad en él y él era consiente que con tenerlos a salvo ellos estaban más que complacidos.

Aun así, la espinita de querer atrapar la fuente de inseguridad era palpable en él, no iba admitirlo, pero él si necesitaba la tranquilidad de atraparlo, necesitaba refundirlo en lo hondo de un calabozo en donde toda esa maldad sea resguardada y reducida a cenizas, quería acabar con la maldad de todo territorio.

La sonrisa de Leo se desvaneció, ambos se observaban esperando algún movimiento del otro, la determinación era algo que podrías ver en sus ojos, como si se tratase de un portero intentando adivinar en qué dirección será disparado aquel penal decisivo esperando el sonido del silbato para poder reaccionar dejando escuchar el gran silencio de la multitud al estar expectantes de sus movimientos, conteniendo la respiración que incluso aquel aire se había pausado como si supiese que en ese momento el mundo se pausaba. Un suspiro se libera y finalmente el sonido del silbato era escuchado en cada rincón. 




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Hola! espero que les haya gustado el pequeño prólogo de este fan fic que estoy empezando. Lamento si no les puedo dar una buena representación a los acentos ya que no soy ni de México ni de Argentina.

También debo avisar sobre si no hay actualizaciones constantes ya que estoy empezando a estudiar y el tiempo no se me puede hacer favorable y disculpen si hay alguna falta ortográfica o me enrollo mucho ya que es la primera vez que escribo un fan fic. En fin, espero les guste esta wea que se me ocurrió de la nada, nos leemos en el siguiente cap, besitos. 

Los villanos no son malos   (Mechoa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora