Hoseok, Jennie y Jungkook descansaban en la parte trasera del edificio principal de la Universidad, los dos chicos tenían clase libre y la chica simplemente no quería entrar a la asignatura de aquella profesora con la que había tenido el altercado, necesitaba que se le pasase el rencor para poder volver.
Habían comprado un par de paquetes de ganchitos de queso en la máquina expendedora y mientras el rubio y la castaña bebían Sprite, el pelinegro tomaba una bebida energética que sabía demasiado dulce y le hacía poner mala cara justo antes de tragar.
Jungkook apenas había dormido la noche anterior, le era imposible porque tenía demasiadas cosas en la cabeza, así que sin tener intención de darle más vueltas aprovechó la noche para estudiar el examen que hicieron Hoseok y él a primera hora de la mañana de Inmunología, le gustaba esa asignatura.
Estaban apoyados contra la pared, con las mochilas en el suelo haciendo de mantel de las porquerías que habían comprado, con las piernas estiradas para que les llegase el sol a los tobillos y pies.
El teléfono móvil de Jungkook vibró y la pantalla se iluminó, cerró sus ojos y resopló sin poder evitarlo al ver que, de nuevo, se trataba de Ben.
Jennie y Hoseok miraron a su amigo y el nombre en la pantalla y después de dedicarse una mirada entre ellos fue el rubio quien se decidió a hablar.
—¿No le respondes?
Jungkook no era muy dado a abrir sus sentimientos, pero estaba tan agobiado que mirando a los dos chicos y viendo que alrededor no había nadie pensó que necesitaba hablarlo con alguien.
—Ayer me llamó a las tres de la madrugada, estuve casi una hora hablando con él y... Estamos como en una especie de bucle que empieza una y otra vez.
Jennie recogió sus piernas y despegó la espalda de la pared, se limpió los dedos manchados de ganchitos de queso en una toallita húmeda, de esas que siempre llevaba en el bolso y lo miró atenta.
—Creí que habías dicho que os habíais tomado un tiempo. ¿Habíais vuelto otra vez?
—No, pero es como si él no lo comprendiese o no quisiera hacerlo. Me sigue hablando todos los días, nos peleamos porque no le contesto los mensajes o no atiendo sus llamadas y luego vuelve a pedirme perdón y a decirme que me dejará mi espacio, pero que me quiere y se le hace duro estar sin mí.
El pelinegro suspira, Hoseok mueve su lata vacía de un lado a otro mientras piensa en las palabras de su amigo, no es experto en relaciones, pero aquello le parece raro, demasiado raro.
—¿Por qué lo dejastéis? O sea, os dísteis un tiempo.
Jungkook se queda mirando al frente, a los árboles desperdigados, al muro que rodea a la Universidad pintado de color crema, un color que ya está gastado por el sol.
No sabe qué responder, porque realmente las razones son muchas, pero algunas de ellas le resultan vergonzosas. Su relación con Ben ha sido tan extraña, tan llena de momentos dispares que a veces se pregunta si se ha imaginado algunas de las situaciones o tal vez su mente las ha alterado para que las perciba de la manera que no es.
—Estaba agobiado.—Dijo simplemente, bajando la vista y clavándola en la lata rosa fucsia de la bebida energética mientras juega con la argolla.—Ben demanda demasiado tiempo y atención, necesitaba mi espacio.
—¿Y lo hablaste con él?—Pregunta el rubio, acostumbrado a oír que relaciones se rompen muchas veces por una mala comunicación.
Jungkook asiente, sus cejas se fruncen, le escuecen los ojos y aprieta sus labios. Quiere decir en voz alta que se trasladó para tomar distancia de él, quiere confesar que no entiende cómo, pero se siente liberado y a la vez lo echa de menos.
Y es que, tal vez, Ben ha sido el chico que más lo ha querido y a la vez lo ha dañado. Piensa en sus anteriores parejas y no tienen comparación en ninguno de los aspectos. Ben lo ha sido todo para él durante nueve meses, ¿es posible que de repente ya no sean nada?
—¿Lo quieres?
Jennie lanza la pregunta de forma directa, con las piernas cruzadas y sus brazos relajados sobre ellas, con la vista bien fija en el pelinegro, que por fin mira a uno de sus amigos y vuelve a desviar la vista rápidamente.
En su cabeza la respuestas surge sin rodeos: "NO." Pero piensa que es algo más complejo y pensar eso lo pone nervioso, porque tal y como le dijo anoche Ben, romper con todo y negar que lo quiere sería ser un desagradecido.
—Ben me quiere mucho y yo...
—No te he preguntado por Ben, Jungkook.
Hoseok le lanza una mirada a su amiga, advirtiéndola de que ha sido un poco brusca y que, evidentemente al chico le está costando hablar y lo está pasando mal. Ella se echa el cabello suelto hacia atrás y relaja un poco su postura.
—Si te imaginas un futuro, tu futuro deseado, ¿Ben está en él?—Pregunta el rubio, tomando la palabra de nuevo, mientras su amiga procesa sus palabras antes de decirlas.
Y Jungkook piensa y en su mente aparecen dos futuros posibles, uno en el que Ben está presente pero él no es feliz y otro en que el chico no aparece por ningún lugar y, aparentemente, él está contento.
Es confuso y se pone nervioso, termina rompiendo la argolla de la lata entre sus manos y para sus amigos, que vuelven a mirarse entre sí, no hace falta que responda, saben perfectamente cuál es la respuesta.
Lo que no se esperan es lo que dice el chico después de tragar saliva:
—Ben va a venir mañana, va a quedarse unos días.
🚔
Jimin termina por fin de tender la ropa, lo último que le quedaba para dejar la casa limpia y recogida y se queda mirando el barrio bañado por la luz matutina desde su azotea, porque es poco probable que el suelo del interior se haya secado ya.
Camina hasta el borde y se apoya en el muro bajo, las calles apenas tienen movimiento porque casi todos andan en el trabajo y los niños en la escuela. Mira las nubes blancas en ese cielo tan azul y entrelaza sus dedos entre sí.
Está orgulloso de sí mismo, ha conseguido todo aquello que deseaba de pequeño, incluso se sacó una carrera universitaria antes de entrar a la policía y aunque pudo haber opositado para un cargo más alto es feliz estando donde está. Se ha comprado una casa propia, tiene buena relación con su familia y sigue siendo el mejor amigo de Yoongi.
Pero se siente solo, por ese motivo pasa el mínimo tiempo en su casa. Trabaja, va al gimnasio, visita a sus padres, va al trabajo de Tae, recoge a Boyoung cuando su novio no sale a la misma hora, se cuela en casa de Yoongi.
Hoy ya ha ido al gimnasio a primera hora, irá a comer con sus padres en unas horas y su casa ya está limpia y recogida. Piensa en salir a correr, pero ya se ha duchado después del gimnasio.
Mira más allá de las casas más cercanas y no le hace falta enfocar mucho la vista para reconocer esa forma de caminar y aquella ropa ancha, sonríe cuando puede ver que un Jeon Jungkook del tamaño de una cerilla entra en el caminito a su casa.
Se gira sobre sus talones, hace a un lado las sábanas tendidas y entra en su casa cerrando la puerta que va a su azotea con llave, baja los escalones rápido y solo se para a calzarse unos zapatos deportivos y coger su cartera y llaves.
Va trotando los pocos kilómetros que separan su casa de la de los Jeon y antes de girar el pomo como siempre hace recuerda que su mejor amigo está trabajando, así que se para recto en la puerta y presiona el timbre.
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Muchas gracias a lxs que leeis, dais estrellitas y comentáis. Me hacéis feliz 😊
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🚔Irrompible🚔 (JIKOOKMIN)-Completada.
FanficJungkook se pasó media vida enamorado del mejor amigo de su hermano mayor, fue un amor imposible que ha superado. Han pasado seis años desde la última vez que se vieron, ahora Jimin es policía como siempre quiso y Jungkook se ha trasladado de Unive...