Los Amantes Suicidas

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Temática: Drama.

Contenido:
☺Malas palabras y Maldiciones por parte de Bakugo.
☺Suicidio.
☺Celos, Inseguridad.

Palabras: 989

Por fin, los héroes habían derrotado a aquel grupo de villanos que eran fieles seguidores de la ideología de la los antiguos villanos, La Liga de los Villanos

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Por fin, los héroes habían derrotado a aquel grupo de villanos que eran fieles seguidores de la ideología de la los antiguos villanos, La Liga de los Villanos. Allí estaban todos, entre tanta niebla de uno de los quirks de Deku para aturdir la visión de los villanos. Estaba casi toda la clase con la que se habría graduado Bakugo. Sus compañeros, sus amigos y su novio.

Kirishima se agachó a tomar un arma de los villanos que estaba inconsciente, se aseguró que estaba recargada y se acercó al Bakugo que descansaba en los restos de un edificio derrumbado por sus propias explosiones, acariciando lo que probablemente, era unas dos costillas rotas. Mierda, tendrá que descansar unos cuantos días, al menos, esperaba estar más tiempo con su novio.

De repente, se escuchó el gatillo del arma que había tomado Kirishima. Bakugo al escuchar el característico sonido, giró a ver hacia Kirishima, quien, con un rostro tan serio, tan limpio, no podía ver lo que su alma intentaba decir a través de su mirada. ¿Por qué no podía comprender lo que pensaba Kirishima en ese momento si siempre había sido transparente? El rubio no se inmutó, y solo miró profundamente a su compañero. Todo el ambiente se volvió confuso, todo el resto de los héroes no sabían cómo reaccionar.

—No soy un villano o un traidor por si te lo preguntas, soy el auténtico, Katsuki— dijo el pelirrojo, apuntando con el arma a la frente del rubio.

—Tu mano está temblando, Kirishima— dijo Bakugo, sin quitarle la mirada de encima.

—¿Kirishima?, ¿Desde cuándo es Kirishima?

—¿Crees que soy un villano porque digo tu nombre?

—Te conozco tan bien, Bakugo, que me duele conocerte tan bien. Al punto en que se lo que me quieres decir con tus miradas, con tus gestos y en la forma en cómo me llamas.

—¿Con qué mierda me vas a salir?

–En esta relación soy yo quien tiene inseguridades, quien no sabe si será un buen héroe o una buena persona, en quién está en todo momento arrodillado, rogando por tu amor. Feliz de la vida por recibir una caricia como un perro mendigando migajas de tu amor.

—¿Te parece jodidamente romántico pedirme más amor de esta manera, cariño?

—Tu no eres inseguro, Bakugo. Tú no dudabas al besarme, al seguir tu camino y saber de memoria que estoy atrás tuyo. Yo era feliz solo con eso, solo con migajas que me dejabas en el suelo ¿Por qué ahora te siento tan distante, aunque estemos compartiendo la misma cama y casa? ¿No es suficiente todo lo que he estado soportando por ti que buscas a alguien más?

—¿Estás haciendo esto por celos? ¿Es esta tu maldita excusa para disparar? ¡Pues adelante! ¡Se varonil y dispárame! ¡Después ve a disparar al maldito de mi amante si es que lo encuentras!

Su mano tembló, se lo veía titubear en el silencio que se había formado, y que nadie, absolutamente nadie podía romper. Un sol estaba explotando, entregándose a la oscuridad de la noche.

—Tal vez hubiera preferido que me mintieras, que me dijeras que soy un tonto por sobrepensar las cosas, que hablaríamos en casa... Pero no sería varonil de nuestra parte que me mientas, y yo creerme tu mentira ¿No crees?

—Deja de hablar mierda, Kirishima. Deja de ser un celoso asqueroso de mierda .Kirishima sonrió, aun apuntándole.

Bakugo sabía que hubieron muchas bajas de héroes, de personas que ni Kirishima, ni él pudieron salvar. Todas las dudas sobre ser un héroe habían vuelto hacia Kirishima y Bakugo no tenía el tiempo suficiente para apoyar a su pareja, incluso él, al ver tan decaído a Kirishima se alejó, porque él si estaba seguro de que era un héroe y que a veces, por más inhumanamente que lo intente, no podrá salvar a algunos. Pero Kirishima era terco y no lo entendía, y Bakugo no podía comprender su dolor en ese momento, por eso se alejó, pero Bakugo jamás podría hacer con alguien más, lo que hacía con el pelirrojo.

—Mi excusa es que no puedo verte con alguien más que no sea yo, Bakugo. Todas mis inseguridades se sentían bien si era egoísta contigo...

—¿Si no soy tuyo, no seré de nadie?

Bakugo se rió fastidiado. Kirishima sonrió, haciéndole saber que estaba equivocado. Pero está bien, Kirishima no iba a dispararle.

¿No?

—Si no eres mío, seré yo quien no sea de nadie

La pistola apunto a su propia frente, con una sonrisa de aquellos dientes característicos de él, con saladas lágrimas que mojaban su dura cabeza. El disparo penetró su cráneo, cuando cayó al suelo, fue el ruido que detonó los gritos de todos. Eijiro Kirishima se había suicidado frente a su amante, a su novio y a su compañero.

Todos corrían de un lado a otro, algunos lloraban arrodillados, otros se desmayaban, y su amante, veía el cuerpo tendido en el suelo con su estúpida sonrisa marcada. Cada paso que daba para acercarse donde su amante, era un paso de duda. Uno, "Tal vez le hubiera dicho que no había nadie desde el puto comienzo".

Dos, "Tal vez le hubiera dicho que lo amaba más de lo que podía demostrarle".

Tres, "Tal vez le hubiera dicho que deje de sobrepensar las cosas".

Cuatro, "Tal vez le hubiera dicho que hablarían en casa".

Cinco, "Tal vez le hubiera dicho que me sentía inseguro de mí mismo en esta relación".

Seis, "Tal vez le hubiese dicho que un anillo de mierda me podía hacer sentir seguro".

Siete, "Tal vez le hubiese propuesto matrimonio y hubieses invitado a todos, incluso al maldito de color plata".

Entonces, arrodillado, con sus brazos agarrando el cuerpo de su amante, dejó un beso tierno en los pálidos labios que se había acostumbrado a besar.

—Yo tampoco puedo ser de nadie más, Eijiro.

Otro sonido de disparo retumbó bajo las aterrorizadas miradas de los héroes. El amante de Kirishima, se había suicidado.

Los Amantes Suicidas - One Shot - KiriBakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora