Junto con los chicos de seguridad, dimos las revisiones correspondientes e hicimos un simulacro en caso de que NEVERLAND sea atacado, esperemos nunca usarlo.
El día pasó súper lento, me dió tiempo para darle mantenimiento a los coches y cámaras de seguridad, sonará aburrido, pero para mí, era mi pasatiempo favorito. Después de terminar la jornada, decidí darme un baño caliente y ponerme la pijama.
Cayó la noche y los chicos decidieron aparecer, llegaron con muchas bolsas de compras, no me extrañaba de Michael, ya que ese hombre sería capaz de comprar toda la tienda si fuera posible. Entre aquellas bolsas, noté una pequeña y miy llamativa, era obvio que había dentro.
— Ya estaba por ir a buscarlos — dije mientras me acercaba a ellos.
— No era necesario, si Michael está conmigo, está más que seguro — dijo Will.
— Si, claro — reí sarcástica — te acuerdas ese día que fueron al centro comercial de lo más normal, hasta una fanática lo reconoció y se formó un tumulto de cientos de personas y tu única solución era llamarme todo desesperado.
— No hablemos de cosas del pasado — sonrió — ¿Dónde están mis chicas? — dió una vista general a la sala.
— Fue a dormir a la pequeña — dije mientras me acercaba a Michael.
— Perfecto, nos vemos — nos dejó solos.
— ¿Lo compraron? — pregunté curiosa.
— Así es — sonrió — ¿Qué te parece?
Sacó la cajita de color vino y la abrió sin dudarlo, era una sortija con diamantes en forma de girasoles de color turquesa, el color favorito de Ángela. Michael tenía su sonrisa puesta en mi, sabía lo que estaba craneando su mente.
— No, sería muy pronto — sonreí de lado.
— Lo sé — cogió mi mejilla — solo quiero casarme con el amor de vida y la mujer que amo, esa eres tú.
Se acercó a mi y rozó sus labios hasta convertirlo en un tierno y dulce beso.
— Te amo, Navarro — sonrió.
— Y yo a ti, Jackson — sonreí.
— Perdón que los interrumpa — dijo Martha — ¿Les preparo algo de comer? — preguntó.
— ¿Aún no lo hicieron? — Michael guardó aquel anillo.
— Ángela y Bonnie si, pero yo quise esperar a que llegaras — sonreí.
— Qué linda — besó mi mejilla — (Tn) y yo prepararemos algo, tú ve a descansar — dijo Michael.
— Está bien, pero no me dejen la cocina hecha un desastre — nos señaló con el dedo, que toda abuela regaña a sus nietos.
— Esta vez prometemos dejarlo limpio — sonrió.
— Más les vale — sonrió — Buenas noches, pequeños.
Martha se despidió de nosotros y se fue a su habitación. Michael subió a la suya junto con las compras que hizo, en especial aquella sortija que tiene que estar bien segura.
Preparamos panqueques con chocolate y fresas, junto con jugo de naranja y un café, más que una cena, fue un desayuno adelantado, muchas veces hacíamos eso, somos un par de extraños. Ya teniendo todo listo, limpiamos la cocina y nos fuimos a su habitación.
— Te quedaron mejores que la última vez — dije dando el último bocado de mi panqueque.
— Martha me dió unos tips y le puse algo mío — sonrió.
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Corazón Valiente (Novela De Michael y tú)
Fanfiction"Y pensar que todo empezó siendo su guardaespaldas"