El despistado cerdo-abeja (leer desc.)

El despistado Cerdo-abeja

Había una vez un cerdo-abeja llamado Cerdo-abeja que tenía ganas de unos hotcakes, fue a la cocina y abrió la alacena, sacó la harina, la leche y los huevos, se dió cuenta de que no había miel ni fresas, no podía comer sus hotcakes sin miel ni fresas. Sin pensarlo mucho, se puso sus botitas, tomó la cartera y salió a la tienda.

Durante el trayecto, Cerdo-abeja iba escuchando música y claramente iba despistado.

Sin darse cuenta tomó el camino equivocado hacia un lugar de la ciudad que no conocía, Cerdo-abeja iba bailando y cantando hasta que chocó con un árbol.

-¡Auch!- gritó al hacer impacto contra el suelo -¿Dónde estoy?- se preguntó a sí mismo al mirar a su alrededor.

Se levantó y sacudió su ropa, tenía un raspón en la rodilla pero no le importó. Empezó a caminar siguiendo las huellas de sus botitas, pero para mala suerte empezó a llover. Las huellas se desvanecían poco a poco, Cerdo-abeja empezó a correr, pero no fue suficiente, las huellas se desvanecieron por completo.

Cerdo-abeja se detuvo y no sabía si estaba llorando o la lluvia ya estaba rodando en sus mejillas. Estaba varado en el medio del bosque y estaba entrando en pánico. ¿Qué iba a hacer en el medio del bosque? Tiene una vida en la ciudad y si no encontraba la salida todo ese esfuerzo se iría a la basura.

Cerdo-abeja sobrepensaba mucho las cosas, la mitad de su mente sabe que sí saldrá, pero la otra mitad dice que se quedaría ahí hasta el final de su vida.

Recordó que venía escuchando música, ¡Con el celular! Rápidamente pausó la música y le llamó al 911.

-Habla con el 911, ¿Cuál es su emergencia?- se oía una voz calmada del otro lado del teléfono y eso calmó un poco a Cerdo-abeja.

-¡Hola! ¡Estoy perdido en el bosque!- la voz de Cerdo-abeja se escuchaba algo rota y muy agitada.

-Tranquilo señor, nuestros equipos ya están rastreando su celular, la ayuda va en camino- Cerdo-abeja saltó de alegría -Solo le pido que no cuelgue la llamada-.

-De acuerdo- Cerdo-abeja ya estaba más calmado.

Cerdo-abeja se sentó en el suelo pacientemente para esperar la ayoda mientras se regañaba mentalmente, una pregunta daba vueltas en su mente: ¿Cómo pudo haber cruzado la cerca hacía el bosque? Es despistado pero no a ese nivel... ¿O sí?

Cerdo-abeja escuchó a lo lejos el ruido a lo lejos, se oía como... ¡Una sirena! Ya lo habían logrado rastrear y escuhó la voz de la operadora al otro lado del teléfono.

-Señor, ya puede colgar la llamada, está a salvo- Cerdo-abeja se puso muy feliz.

-¡Gracias por su rápido servicio! Que tenga un buen día- y colgó.

Unos segundos depués ya estaba llegando la policía, la patrulla frenó al ver a Cerdo-abeja sentado debajo de un árbol, un oficial se bajó del coche y se acercó a Cerdo-abeja.

-¿Está bien? ¿Se hizo daño?- preguntó el oficial agachándose a su altura.

-Estoy bien oficial, gracias. Sólo no sé cómo regresar a casa- le dijo al policía mientras se levantaba y sacudía su ropa.

-No se preocupe- sacó una libretita y un lapiz de su bolsillo -¿Cuál es la dirección de su casa?- se preparó para anotar.

-Vivo en la avenida San Pulpín con Zanahoria, en la casa número 472- el policía escibrió la dirección y le hizo una seña a Cerdo-abeja para que lo siguiera hacia el coche. Cerdo-abeja se subió al auto y se emocionó, nunca se había subido a una patrulla. El auto arrancó y recorieron el camino para salir, Cerdo-abeja estaba aliviado, sobrepensar no le combiene. Miraba por la ventana los hermosos árboles, la vegetación, unos cuántos animalitos que estaban por allí. Miró al frente y vió que la cerca tenía un agujero, eso explica como había logrado entrar al bosque, el agujero era enorme, cabía la patrulla que era bastante grande.

Tardaron apróximadamente 15 minutos en llegar a su casa, muchos creerán que lo más trise fue que se perdió en el bosque y que casi se congela con la lluvia, pero no, lo más triste es que no consiguió ni la miel ni las fresas, y no desayunó. Fin ✨