Hace mucho que no escribo. Hace mucho que no medito en vida a manera de que pudiera explicarselos.
A lo largo de este tiempo tan largo que ha pasado, experimentado múltiples cosas. He experimentado amor, traición, confusión, irá, emoción, decepción, tristeza, felicidad. He experimentado tantas cosas en todo este tiempo que no he hecho nada más que echar mi vida y mi mundo a la basura.
¿Por qué lo digo? De primera cuenta, tuve un novio que me hiso muy feliz, pero que al mismo tiempo me hacía la persona más miserable de la vida. Al final, este tipo me traicionó con otra chica, haciendo que terminemos. Él sigue con su vida como si nada pasara, pero yo no, yo pasé por todo ese proceso de toda novia que tiene cuando la traicionan. Al final, llevándome a la irá y la sed de venganza.
Aún recuerdo cuando rompimos como si fuera ayer. Pero esto, solo paso cuando apenas empezaba el año. Ahora sé que me va a ir horrible en el amor este 2023.
Una compañera y yo íbamos saliendo al recreo, estaba feliz, expectante y curiosa por una travesura que me contó mi novio por mensaje. Había cambiado su vestimenta, de eso no había duda. Ahora traía una sudadera negra con estampado de esqueleto en ella y una tela en la capucha que tenía solo la mandíbula de una calaca dibujada. En cuanto lo vi me encantó de nuevo. Lo único que pensé fue que se veía más guapo que antes de que me marchara.
Él se quedó en la puerta, esperándome.
—Nova —me llamó con ese nuevo tono serio que adquirió este tiempo, cosa que también me fascino—, ¿puedo hablar contigo un momento?
—Claro —acepté totalmente feliz de que, después de todo el día, por fin me hablara con normalidad.
Ambos nos alejamos de mi compañera para poder hablar tranquilos. Pensé que ella se marcharía, pero se quedó. Y la verdad agradezco que lo haya hecho.
Empezó a dudar, sabía que lo que había ocurrido era algo grave que me involucraba, así que me puse seria de inmediato. Ahora mi corazón ya no estaba acelerado por emoción, sino que se aceleró por angustia.
—Creo que deberíamos terminar —me dijo de repente.
De inmediato deje de mirarlo. ¿Terminar conmigo? ¿Por qué? Yo no le había hecho nada malo, en ningún momento se me ocurrió traicionarlo y tampoco lo habría intentado.
Después, procedió a decirme la razón de esto: justo el último día que yo había asistido a clases él fue con su prima a beber, se emborracho con ella y, al final, se beso con alguien más en ese estado. Se beso con una desconocida.
En cuanto escuché esas palabras sentí una decepción enorme. Quería hacerle varias preguntas, pero las ahogue. Quería llorar, pero no lo hise. Quería gritar, pero me aguante. Quería golpearlo, pero recordé que soy mejor que él. No hise nada, solo lo escuché. Bueno, medio escuché.
Solo escuché unas pocas palabras de parte de él que me hicieron volver a la realidad. Al final, tomando la mejor decisión de mi vida y de nuestra relación.
—Yo digo que terminemos, pero ahí ya depende de ti —me dijo, pero no me consoló de ninguna forma.
No dude en qué termináramos y se lo dije, pero no quise ver su reacción.
—Entonces, ¿quedamos como amigos? ¿Igual que con Danna? —me ofreció extendiendo su mano para que la tomé. ¿Por qué tiene que incluir a su ex novia?, me pregunté mentalmente.
Sabía que iba a tomar otra mala decisión, pero yo lo quería a mi lado.
Quisiera decir que solo mire su mano extendida y me aleje rechazando su propuesta, demostrando que me acaba de romper. Pero no. Tomé su mano y asentí. Ahora seríamos amigos. Yo sentí mi corazón acelerarse de emoción por tenerlo cerca cuando nos acercamos, pero trate de no hacerlo notar.
Ahora me preguntó "¿Por qué acepte? ¿Por qué dije que si a ser su amiga?". Esta más que claro que después de eso no volví a ser la misma con él. Casi no me hablo, casi no le dirijo la palabra, y si lo hago es porque vamos a pelear.
Al principio me decepcionó y ya no quería nada con él, después me puse triste y quería volver con él pero al mismo tiempo pensaba que había algo de malo en mi, y al final me enoje con él haciendo que provoque peleas y que no me importe absolutamente nada de lo que él dice.
Si, estoy loca. Pero ¿quién en esta vida no lo está?
Si, sé que no es sano. Pero es mi manera de sobrellevar el dolor que me dejó.
Sin embargo, él mismo empeoró las cosas cuando me miró descaradamente en la escuela. Pongo el contexto: poco después de haber terminado la maestra de Artes (que vamos a llamar "castrina") nos había puesto una actividad de hacer un baile para bailarlo entre todos; nos decidimos por dos bailes, nos decidimos por ropa negra; a la hora de bailar me cambié por un vestido negro de escote recto y sin tirantes que, obviamente, se me bajaba si no me lo cuidaba, pero también me puse un saco negro que combinaba con el vestido. En cuanto llegamos a la puerta él me vio, le brillaron los ojos y sonrió. Durante toda la clase no dejo de verme, cosa que me incomodaba pero gustaba al mismo tiempo.
Eso solo lo empeoró todo para mí.
Después de eso tuve varios conflictos, me puse triste hasta llegar al punto de pedirle que regrese conmigo. Pero después me enoje a tal grado que literalmente quería matarlo, y se lo dije en su cara.
No le dio miedo.
Su reacción me recordó al tercer mago de la historia de Harry Potter, iba a recibir a la muerte como una vieja amiga.
Actualmente, no lo he visto. Dejo de asistir a la escuela, por alguna extraña razón, pero, honestamente, ya no me importa. Estoy mejor sin él aquí, es más cómodo para mí el que César no asista a la escuela.
Si, se llama César, tal vez muchos ya lo esperaban porque me traicionó.
Pero eso ya no importa, estoy mejor y eso es lo que cuenta ahora.
Por cierto, sacamos 9 en la actividad.
ESTÁS LEYENDO
La rara de la familia
Novela JuvenilElla era risueña, era extrovertida, era sociable, era callada, era responsable. Ella era así. Pero todo cambio cuando termino la primaria. Cambio su forma de pensar, cambiaron sus sentimientos hacia la gente, cambio su forma de vestir, cambio su for...