Unos cálidos besos, unos carnosos labios reposándose en mi mejilla, en conjunto con su barba rozándola lentamente consiguen que mi cuerpo salga del estado de completa relajación que se encontraba, que me vaya del mar de paz que flotaba completamente desnudo haciendo que vuelva a la realidad.
Pero aún sin abrir los ojos pues aún tengo un poco de sueño y aparte que disfruto escuchando el sonido de las olas del mar golpeando, pero sobre todo lo que saboreo lentamente es el latir del corazón muy acelerado de mi acompañante que llega en conjunto con su calmante respiración trayendo un delicioso olor a fresa, olor a su pasta de dientes
-Dale, Katsuki mueve tu enorme culo de la cama, despiértate.
Abro mis ojos lanzándole una mirada mordaz al ojiverde que me observa con una sonrisa dibujada en su rostro, en su perfecto rostro trigueño.
-Siempre usando palabras tan guarras.
Pronuncio de mala gana recostando mi espalda desnuda en la cabecera de la cama, bueno todo yo estoy desnudo absolutamente todo.
Mis ojos se pasean por un largo momento por el cuerpo bien tonificado de Yami que está igual de desnudo que yo, claro que a él se le ve mucho mejor pues pareciera que hubiera nacido para vivir desnudo.
Reprimo las hormonas que se comienzan a concentrar en mi entrepierna para impedir que una jodida erección haga su aparición, pero me es prácticamente imposible al observar como su tercer pie cuelga de la maraña de finos vellos púbicos (su enorme polla) niego con la cabeza guiando mi mirada a la bandeja que sostiene en sus manos, necesito concentrarme en otra cosa que no sea su cosa.
- Eres un sucio.
-Pues bueno tú eres un maldito bipolar.
Una carcajada se le escapa.
-Pues en la ducha te encantaba que te hable así, te encantaba que te diga palabras sucias, que te hable de manera tan guarra.
Su voz, el tono que usa me coge por mucha sorpresa haciendo que me sobresalte al uno de sus dedos rozar mi hombro desnudo provocando un estallido de corrientes eléctricas en mi cuerpo, en todo mi jodido cuerpo muy sensible a sus atenciones.
-Mi voz pronunciando mis palabras sucias mientras enterraba mi pene fuertemente en tu culo hizo que te corrieras, bebé.
Trago un nudo en mi garganta al colocar la bandeja de madera sobre mis muslos.
-Así que las palabras guarras como tú le dices son de mucha utilidad para nuestros encuentros.
Me da un casto beso en mi mejilla dejando que su barba acaricie de una manera perfecta mi mejilla, miro fijamente como su miembro flácido comienza a adquirir un grosor considerable a la par que un dolor se instala en mi entrepierna al la bandeja de madera aprisionar mi polla.
-Con solo olerte haces que mi pene se ponga grueso.
Doy un sorbo rápido al jugo de naranja para calmar un poco mi agitado corazón por su excesiva cercanía, las sábanas que tapan mi cuerpo ahora se encuentran siendo aplastadas por mi culo y el de Yami.
Yami que parece todo un adonis sentado al lado mío sin inmutarse por su desnudez.
-Deja de usar esas palabras.
-Por favor, Katsuki. Creo que actualmente conozco perfectamente tu cuerpo.
Pronuncia cogiendo un jugo de fresa llevándoselo lentamente a sus carnosos labios, labios que deseo volver a probar definitivamente pues me vuelven loco y la sola imagen de él bebiendo el jugo hace que mi corazón se acelere conforme su manzana de Adán se mueve
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Solo Una Noche (DekuKatsu)
Random¿Quién diría que todo cambiaría en una sola noche? Era solamente una noche de sexo, nada más, nunca se me cruzo por la cabeza que le gustase. Era mi cumpleaños número 18 y quería descontrolarme por un solo día así que entre a aquella discoteca que s...