Me gustas tu

playa

El amanecer los despertó, el cálido solo colandose por la ventana, dos personas en la cama abrazándose.

—Despierta— musito el castaño mientras besaba cada parte de su rostro.

—5 minutos más— dijo el azabache.

El castaño se levantó de la cama portando solo su ropa interior y una camisa de Hyunjin que le lograba llegar hasta los muslos, fue hacia si pequeña cocina y comenzó a preparar el desayuno. Apunto de terminar sintió unas manos colarse por su cintur, se volteó para encontrase con el bello rostro de su esposo y luego besar sus lindo labios.

—ya está el desayuno, ve a sentarte—  dijo.

Felix sostuvo los platos de hotcakes y luego fue por los vasos llenos de jugo, los puso en la mesa y se sentó.

—tengo pensado en ir a la playa hoy— dijo el azabache.

No era mentira cuando de adolescentes dijeron que si seguían juntos vivirían en el bosque. Tenían una linda cabaña en medio del bosque, su habitación tenía un balcón que daba exactamente hacia un árbol, tenían un lago pasando un poco la cabaña y un lindo jardín que conectaba con el bosque.
Siempre tenían aventuras, eran una pareja si bien no "normal" cómo todos lo dirían, no vivían en la cuidad y no se la pasaban en el trabajo llenos de estrés, eran más bien una pareja relajada, aventurera y apasionada, esa llama de amor nunca se apagó desde adolescentes.

—me gusta esa idea, iré a acomodar y empacar cosas cuando terminemos— dijo Felix.

Después de desayunar, Felix y Hyunjin decidieron tender la cama y acomodar sus cosas para la playa, después tomaron una ducha y empezaron el camino.

—mira Lix, el cielo es tan reluciente cómo tú, hermoso.— dijo, haciendo que el pecoso se sonrojara.

Pusieron música en lo que llegaban, cantaron juntos en su burbuja de amor.

—y...llegamos.— dijo para empezar a estacionar el auto, cómo no había tanta gente no demoraron en encontrar lugar.

Bajaron sus cosas y algunas porciones de comida para hacer su mini picnic. Comenzaron a acomodar las cosas, pusieron su manta y alrededor pusieron sus mochilas para que no se fuera volando.

Fueron corriendo hasta el mar donde llegaron a la mitad y empezaron a hacer sus juegos, se lanzaron agua y se medio empujaban, luego de un rato Hyunjin consiguió cargar a Felix cómo koala, mientras los bajaba lentamente y ponía sus manos en su diminuta cintura Felix posicionó sus brazos alrededor de su cuello para después juntar un poco más sus cabezas hasta que el suspiro de Felix contra los labios de Hyunjin le dió la valentía de empezar un beso, un beso tan lindo que cualquiera que los viera notaría lo muy enamorados que estaban.

Después de unos minutos decidieron volver a la manta y comer un poco de la fruta que trajeron. Félix fue a jugar con el agua un rato más mientras que Hyunjin tomaba fotos y videos del lugar y de Felix para posteriormente empezar a dibujar el lugar y a un chico de lindas pecas en medio de ese paisaje.
Luego de volver a meter las cosas en sus respectivas mochilas tomaron el camino de regreso a casa, pues empezaba a obscurecer.