La estrella del Sur

⭐Dieciséis⭐

Jimin se vistió de blanco, su hanbok rodeaba su cuerpo y Jungkook deslizo su mano en su cintura para ajustarlo.

Su corona brillaba a igual que su cabello plateado y sus ojos amarillos, la vida había vuelto a brillar en él y tenía la misma fuerza que al nacer al haberse fundido a su complemento, Jungkook, su guardián y brujo.

Este extasiado de amor desbordante brillaba como el fuego de sus ojos, ajusto su hanbok negro y Jimin amarro las cintas en sus manos y en sus brazos, aquellos que durante dos noches lo acariciaron y lo hicieron suyo una y mil veces.

Se miraron a los ojos y se dieron un beso lleno de amor, comprensión, pasión y miedo.

—Solo quiero que me prometas que no harás nada estúpido Jeon.

—Lo mismo para ti Park.
Ambos rieron...

—¡No dejare que nada te pase mi estrella! No podría vivir sin ti.

Jimin se acerca a su pecho y siente el corazón galopante de este ... —haré todo lo posible por sentir tu corazón siempre.

Otro beso llegó aún más delicado acariciando sus mejillas con los ojos desbordantes de brillo, de amor, de sinceridad.

Tae volvió a tocar la puerta, y de la mano salieron al exterior.

Tae y Jin hicieron reverencia a su estrella, mirándolo anonadados, Jimin tenía ese brillo especial, aquel que solo le podía dar la presencia de su guardián, de su amor, de su brujo.

Cuando llegaron al final del camino, a la entrada del pequeño pueblo que ha sido el refugio de los pocos que quedaban, todos se miran, impacientes, nerviosos y valientes.

Jackson rehabilitado junto a Lisa y  Tae junto a Jin, esperaron lo inevitable.

El cielo se enrojeció y los tres brujos más Slaanech bajaron desde las nubes.

Jimin miro a Jungkook y le dio una gran sonrisa.

—¡te amo! —le dice a Jungkook soltando su mano. —Te amare por siempre.

Jimin desaparece de su lado y Jungkook grita su nombre en desespero, no sabiendo que mierda se le había metido en la cabeza a Jimin
Todos se sorprenden.

Cuando Slaanech toca el suelo, Jimin lo atrapa con sus cabellos divididos y lo empuja a muchos metros lejos del pueblo.

Todos corren. Y Jungkook se encuentra con Min que lo embistió. —Tu eres mío brujo, —le dice Min lleno de odio en sus ojos.

Jackson, Lisa, Tae y Jin van por Nam y Jhope. Nam es fuerte, y Jhope ágil.
Y empezó aquella batalla esperada. Los cabellos de todos se movían cómo cuchillas en el cielo y los destellos se disolvían por la rapidez.

Jungkook toma las piernas de Yoongi cuando estaba en el suelo, lo hace caer de un golpe subiéndose a su cuerpo y golpeando su rostro mientras su cabello trataba de penetrar los puntos sensibles.
Yoongi se regeneraba rápidamente, manteniendo la fuerza suficiente, tratando de zafarse de Jungkook pero este lo tenía muy atrapado de la cintura con sus piernas.

Jimin combatía con Slaanech.
—Serás mío estrella, ¡te volveré mi maldita perra!

—¡Ya no podrás Slaanech! ya me uní a mi guardián y hagas lo que hagas no puedo ser tuyo. Mi fertilidad le pertenece solo a él y su semilla ya se transforma dentro de mí. Perdiste y te mataré— le grita Jimin.

—¡No! —grito Slaanech haciendo que el fuego a su alrededor se esparza. El fuego los envolvió y todos detuvieron la batalla.

Los ocho brujos corrieron hacia el fuego desenfrenado, algunos tratando de recatar a la estrella.
Mientras Alaska tomaba un puñado de tierra en sus manos y sentía en ella la batalla que nadie podía presenciar.