¡Ah! (suspiro) Y aquí me pueden ver, llevando flores a la mujer que más amo. Nunca supe cuando fue que ella me atrapo de esa manera, no puedo recordar cuando fue que en mis pensamientos solo estaba ella, no puedo recordar desde que día mi vida le pertenece. ¿Como fue que esto terminó así?
Nunca conocí realmente a mis padres, nunca tuve ese amor y guía paternal en mi tierna infancia y especialmente en mi adolescencia; recuerdo a aquel chico joven inmaduro, con un amor imposible y tonto; ya saben, fantasías pasajeras, desequilibrantes y controladoras. Era sencillo huir ese entonces, mi mente siempre estuvo ocupada, mi mejor amigo, la guerra, la paz y ... (suspiro) no se.... Simplemente prefería estar solo, si quizá siempre fue eso.
¿No se supone que el amor te da la felicidad eterna?
Pero ella fue mi luz, mi libertad, la cura a mi soledad. Recuerdo que las chicas me revoloteaban, me divertí con mis amigos en varias fiestas de la aldea y incluso fui novio por un tiempo de una chica que siempre estuvo enamorada de mi, pero no sentía esa chispa, no sentía esa sensación de querer sacrificarlo todo por amor.
Hasta que un dia la conocí. Una chica impertinente y ruidosa que tomaba café al lado de mi puesto de ramen favorito, ver que siempre iba a la mesa solitaria al fondo del local me hizo deprimirme; nadie se quería sentar ahí, ni siquiera los solteros. Naturalmente comencé a hablarle y comenzamos a intercambiar experiencias, nada mas largo que cinco minutos. Me intrigaba aquella chica, así que cole una carta en su café esperando poder verla fuera de aquel local.
El día siguiente ella llego. Me confeso que pensaba que había dudado mucho si venir o no porque pensaba que alguien le había jugado una broma tonta, me veía como alguien inalcanzable, me veía como "el héroe que puede tener a cualquier chica que desee", una barrera que no podía derribar, pero ella estaba aquí.
¿Qué irónica forma de conocer a alguien no? – Pensé mientras caminaba al altar.
Su belleza se duplicaba, mi corazón palpitaba. Ella era preciosa, y ahora era mi esposa.
Sus ojos carmesí, su pelo rojo, sus lentes mas grandes que su cara. Nunca pensé alguna vez que me enamoraría de rasgos tan simples. Esto es algo que se me escapo de las manos hace mucho, pero ahora esta preocupación era ínfima ante la noticia que me esperaba.
¿Enferma? ¿Estas segura? – Mi mundo se desmorono, ella lo sintió y solo pudo abrazarme para consolarme y consolarse. Esto no puede estar pasando, esto debe ser una especia de error.
Ya había pasado 20 años desde aquel suceso, podía sentía como mi caminar cada vez era mas torpe y mi vista se nublaba con el reflejo de la primavera. Pero eso no importaba, el ramen podía esperar a la tarde; incluso si el mismísimo kami quisiera evitar que llegase no podría.
¡Ah! (suspiro) Y aquí me pueden ver, llevando flores a la mujer que más amo
ESTÁS LEYENDO
Diferentes significados (Historia corta)
RomanceNo es posible combatir contra el paso del tiempo.