P. O. V. CARLA:
Cuando el desconocido supo exactamente donde estaba la llave de la casa de Levi, no pude evitar persona que quizá estábamos cayendo en una trampa y por eso mismo comencé a fingir que estaba tan sorprendida como Kikyō.
Mi desconfianza creció a medida que el desconocido seguía criticando a Kai y llamándolo por nuestro apellido, comenzaba a sentirme insultada, pero no podía actuar aún, quería respuestas, mismas que obtuve hasta que Kai hizo las preguntas adecuadas.
El nombre del desconocido, aparentemente era Grinberryall, pero no estába segura pues las palabras de aquel sujeto eran que “así podiamos llamarlo”, que conveniente. Además se negaba a decir de donde conocía a los Ackerman. Sin embargo, cuando Kikyō mencionó que si era la leyenda al instante recordé algo que nos había contado Armin alguna vez:
«-Cuando éramos jóvenes, la gente solía convertirse en criminales por el simple hecho de revelarse contra la Corona, por eso criticaban demasiado a los rebeldes que después fueron sus héroes... - nos contaba Armin en tono confidencial, en aquella noche de pijamada en su casa. - Uno de ellos fue Kenny “el destripador”. El vivía en la ciudad Subterránea antes de fallecer a quien en la superficie...
-¿Destripador? ¿cómo se ganó ese apodo? - pregunto Kai por todos.
-Al parecer era un asesino, pero deben saber que no trabajaba solo como todo el mundo cree...-siguió diciendo, pese a la mirada de advertencia que le estaba lanzando su esposa. - La gente del Subterráneo decia que siempre andaba con un niño, el cual lo admiraba, al grado de terminar siguiendo sus pasos.
-¿Y el cómo se llamaba? - Me adelante a preguntar. En su momento “destripador” sonaba increíble, así que el chico de la historia debía tener un nombre igual de genial.
-Se volvió una leyenda pues nadie puede saber exactamente quién era, pero se hacía llamar Grinberryall...»
Lo mire con atención, es imposible saber si era el mismo de mis memorias de la conversación con Armin, pero si era así, entonces debía tener la edad de Levi y por lo tanto si era posible que lo conociera. La escena avanzaba sin mayor información, por lo que estaba por intervenir, cuando de la nada el tal Grinberryall comenzó a gritarle a Kai, le arrojó agua y luego lo pateo directo a la cara. El movimiento fue tan rápido que ninguno de los presentes pudimos prevenirlo.
Todo lo anterior provocó una crisis en Kai, que lo llevó a hacerse un ovillo en el suelo mientras lloraba y gritaba.
-Dejenlo, necesita afrontar lo que hizo. - nos ordenó Grinberryall cuando vio a Kikyō hacer el intento por consolarlo.
La dichosa leyenda comenzó su labor de curarnos. Con Kikyō no había mucho que hacer; en cambio conmigo tardó un poco más, limpio mis manos sin preguntar absolutamente nada, debía pensar que me había caído sobre un charco de sangre o algo parecido, ni siquiera mis nudillos rotos le llamaron la mayor atención. Supongo que tener a Kai llorando a metro y medio de nosotros era un buen distractor, como fuese se agradecía pues no pensaba responder a nada de este sujeto.
-Deberían ir a descansar... Ackerman estará así un buen rato, así que no se preocupen por él. - nos dio cuando terminó.
Kikyō miro a nuestro amigo en el suelo y dio un respingo cuando este grito, estaba sufriendo con él. Sabía que no se iría sola, así que me levante y la obligue a ir conmigo, Niggel nos siguió en silencio.
Una vez en cuarto, obligue a los otros dos a acostarse y yo me quedé sentada en el marco de la puerta, desde donde me llegaba perfectamente cualquier ruido que se hiciera en la sala de estar. Ahí me quede por un par de horas.
Eran pasadas las 2 am cuando por fin reino el silencio. Al menos por un rato hasta que la conversación entre Grinberryall y Kai, comenzó a rendir frutos y dar verdaderas respuestas...
P. O. V. EXTERIOR:
Mientras tanto, en la zona donde fue la pelea, uno de los menos heridos del grupo de Dymytrie había conseguido levantarse e ir a buscar ayuda. La cual llegó a media noche, cuando la gran mayoría había comenzado a morir lentamente a causa de las heridas.
-¿Qué mierda pasó aquí? - quiso saber Boris.
La noticia de que habían matado a varios de los suyos le había llegado demasiado rápido, por lo que al saberlo lo pudo quedarse de brazos cruzados y corrió a verlo por si mismo. Cuando llego, seguía sin creer lo que veía, todo era un caos, ni siquiera podía caminar sin pisar sangre o chocar con algun cuerpo.
Por su parte, Dymytrie aún estaba consciente, los golpes de Kai no habían sido suficientes para matar a alguien que llevaba viendo en las mismas condiciones de violencia desde que tenía uso de razón.
-Fueron lo solares... - susurro Dymytrie. La furia y humillación lo hacían tener las fuerzas suficientes para hablar.
-¿Los solares? Asher dijo que eran inofensivos... - habló uno de los sublideres, la mano derecha de Boris, que siempre lo acompañaba a todos lados.
-Mintió, esta con ellos... - Dymytrie tosió sangre.
Boris no estaba seguro si tomar aquella declaración como verdadera, más porque el sabía que Asher había estado cumpliendo su misión que le encargo, como para que realmente estuviera apoyando a los solares.
-Llama a Reginald y a Asher... - dijo Boris a su mano derecha. - Diles que se presenten a primera hora, quiero su informe antes de la reunión de siempre...
-Si, señor...
-Llamen al médico y que venga a salvar a los que pueda, quiero que todos los sobrevivientes estén presentes en la junta de mañana, todos van a dar su perspectiva de lo ocurrido.
-Si, señor...
-Ah y una cosa más, que alguien investigue a esos solares, quiero saber de donde salieron y quienes son en realidad.
-Si, señor.
En la mente de Boris solo había una palabra, una que lo haría mover cielo, mar y tierra con tal de evitar que algo como lo que Ackerman le hizo se repitiera. Una y otra vez, su mente gritaba: venganza.
Dymytrie pensaba lo mismo, cada parte rota de cuerpo exigía sangre y peor aún, quería empezar por Asher. Quería la cabeza de su líder y no descansaría hasta tenerla.
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Levi's diary
FanfictionMiembro de la Legión de Reconocimiento, proveniente de la Ciudad Subterránea, hijo de una Ackerman, soldado, compañero, líder, amigo... ¿Qué más podría decir para describirlo? Levi Ackerman, uno de los grandes héroes. Pero... Aún hay más que contar...