Confesiones de fin de año

2

Me gustaba mucho sumergirme en mis pensamientos mientras fumaba en el balcón de la habitación vieja que compartía con mis amigas.

Mi mente olvidaba tu cara y las emociones que me hacias sentir.

Recordaba tu cuerpo bailando con el mio mientras sonreias borracho y feliz. En estas épocas lo que parece funcionarle a la gente para olvidar sus desgracias.

Mis amigas dormian mientras yo veía la luna.
A veces me quedé esperando a que no me viera confundida, a que se llevara con el humo mis pensamientos nostalgicos que inoportunamente me hacian suspirar.

Tus manos al rededor de las mias, esa piel suave pero toxica. Chillabas de emoción por verme reír.

La combinación perfecta de tus labios finos y un incómodo "te amo", aplastando mi flor con tus heridas.

Te lo dije dos veces pero mentiste, como si yo no me diera cuenta de esas cosas.

Espero que me tengas en tu recuerdo para siempre Severus. Porque jamás vamos a poder estar juntos.

El sexo es demasiado bueno con James. Lo considero silencioso, pero a susurros noto lo enamorados que estamos y lo feliz que te hace escucharte gemir mi nombre.

Sonreí de nuevo alzando mis cejas buscando tu mirada complice.
En respuesta me guiñas un ojo y me tomas de la mano.
Tu tacto es poderoso, acaricias suave cuando besas mi mano.

Saliamos corriendo por la pasarela de fuegos interminables que daban al patio central, teniendo tanto coraje de romper las reglas.

-Te amo tanto- me anime a decirte y tus ojos brillan en toda la oscuridad.

-Yo te amo mas- tus labios besan mi rostro, mi nariz.

Me olvide del reloj gigante que daba la hora, del color opaco y mohoso de las columnas que incomodan toda la vista y de la magia que atraviesa nuestro mundo.

Mi varita giró un par de veces y apareció una cierva.
Empezaste a reir genuinamente e hiciste los mismos movimientos que yo.
Otro ciervo apareció, ambos se unieron.

Esa fue mi forma de decirte que habia caido.
Todo James Potter se había tatuado en mi.
Se había convertido en una palabra mas en mi diccionario favorito.
Una que no podria quitar.

Esa noche violenta de otoño me dijiste todo lo que querías que sepa de tu pasado.
Querías demostrarme que todas tus versiones eran propias, que no tenias mas miedo de vivir.

-Regulus me dejó en el invierno del 76, estabamos constantemente peleando hasta que me harte.
Nuestra relación no estaba definida, pero se podría decir que eramos algo mas que amigos.
Habia mucho amor de por medio.

Yo quería una relación formal,
estaba muy enamorado,
pero él quería conocer mas gente- dijo algo decaído recordando.

-Pero tal como un tren que se lleva pasajeros de la estación,
se llevó nuestros sentimientos para transformarlos en una amistad sólida y llena de complicidad que ninguno de los dos entiende realmente, pero que pasó.

Su varita conjuró un hechizo para poner un par de velas, no se veía mucho.

-Al final entendí que lo nuestro fue un momentáneo amor de verano.
Algo raro que es bonito pero que se acaba.

-Debió ser dificil pasar por eso amor, pero si los hace más unidos es lo único que importa- le contesté acariciandole las manos.

James se acomodó los lentes y asintió formulando un sincero gracias.

-Yo tambien quisiera contarte algo- dije mirando por unos segundos a la luna. Como si ella fuese mi cómplice.

-Severus es demasiado reservado eso lo sabe todo el mundo,
siempre estuvo enamorado de mi y nunca me lo dijo o lo note.
Se que eso te molestó mucho tiempo- no le pude sostener la mirada cuando empezé a hablar.