XXVIII. M E Q U E M A

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- Cariño, él es Juan Pablo Villamil, ya te había platicado de él

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- Cariño, él es Juan Pablo Villamil, ya te había platicado de él. - Suspiró. - Él.. Es mi ex novio.

La mirada penetrante de aquel hombre rasgaba la confianza casi inexistente de Juan Pablo. Se sintió examinado por esas pupilas de mediano tamaño, que a pesar de tener un color bonito parecían expresar juicios dolosos en la profundidad.
Cuando sintió su mano apretarse contra la paloma contraria supo que su historia con la ojimiel era de conocimiento público y seguramente debía enfrentarse a prejuicios pasados.

- Ah. - Gruñó por lo bajo.

"Ese maricón desviado..." (pensó el tipo)

- Ya me habían contado sobre ti. - Su mano continuó presa un par de segundos más, hasta que el tipo en su delante lo soltó y pudo ver cómo (de forma poco disimulada) limpiaba la suya con la parte trasera del pantalón.

"No estoy sucio." (Pensó)

- Sí, bueno... Fue un placer verte de nuevo, Gaby. N-Nos vemos. - Rascó su cabeza nervioso, dio un paso largo, pero fue interrumpido por la voz dulce del más joven.

- Villa, ¿Puedes acompañarme? No quiero seguir causando molestias a tu amiga y a su esposo. - Villamil mordió su labio, sabiendo que era lo mejor, pero el temor de sentir esos ojos vibrantes juzgando su alma le hizo analizar la propuesta de Martín por un rato.

- Claro, vamos. - Se rindió. Tomó la mano del joven bajo el sonido de un bufido proveniente del hombre que acababa de conocer.

- Si no te molesta, cariño, quisiera acompañarlos. Me preocupa que Martín esté lastimado. - Los ojos de su esposo se posaron en Gabriela, claramente no esperando el ofrecimiento de la chica. - Te prometo que una vez lleguemos con el doctor me dirijo al área de ginecología.

- No quiero que te relaciones con gente... Así... Anormal. - El hombre susurró molesto y detuvo el andar de la muchacha; pero el volumen de su voz fue lo suficientemente audible para Villa, quien al escucharlo bajo la cabeza lentamente. - No sabemos qué clase de costumbres tenga, o enfermedades...

Se sentía juzgado, avergonzado y aún más triste. Hacía tanto que no escuchaba un comentario homófobo hacia su persona, pues la gente que le rodeaba era respetuosa y cálida, no lo incomodaban debido al gran cariño que le tenían o por el miedo de perder su trabajo. Esto debido a que la compañía de los Villamil se tomaba muy en serio las políticas de inclusión y tolerancia entre empleados, además de que su padre siempre se encargaba de hacerlo sentir cómodo en el trabajo.

El ambiente se tornó incómodo por un rato, al parecer todos habían escuchado el comentario desatinado de aquel tipo y no sabían cómo reaccionar. Gabriela, despegó su brazo del agarre de su marido y lo fulminó por unos segundos.

- Voy a ir con Martín. - Sentenció con seguridad, desafiando la opinión de su marido. Sin decir más, tomó el brazo libre del adolescente para ayudarlo a caminar. Villa desde el otro extremo asintió, y los tres ingresaron al hospital.

R E V E N G E | Villargas / IsargasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora