Holii, bienvenidos a una nueva historia corta. Está es la segunda historia de un solo capitulo que tengo, espero les guste así como a mí me gustó.
Esto es por el cumpleaños de nuestro precioso Harry Styles. Sé que dónde él vive ya no es su cumpleaños y aquí en Colombia falta poco para que se acabe 1 de febrero pero... ¿A quién le importa? Febrero es el mes de Harry así que 🥳😜✌️
Bueno, disfruten este Os y comenten mucho. Les quiero, gracias por estar aquí y apoyarme.
Sin más, les dejo con...
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En unos días sería especial para cierto rizado. Tenía planeado un divertida fiesta con amigos, bueno, no era un chico de amigos ya que es nuevo en la escuela como en la ciudad pero una fiesta puede animar a cualquier adolescente.
Caminaba al instituto mientras pensaba en las invitaciones, no quería que se vieran infantiles pero le gustaban mucho la tarjetas de invitación. En su antigua escuela solo tenía dos amigos; Niall y Shawn. Son sus mejores amigos pese a la distancia que se les fue otorgada en un momento inesperado.
Le gustaría que sus mejores amigos estuvieran en su cumpleaños pero al parecer ningún padre quiere mandar a su hijo en un transporte solo por más de 10 horas. Harry lo entiende así que hará lo posible para tener amigos en su nueva escuela y poder invitarlos a su cumpleaños.
Al llegar se le hizo difícil adaptarse, la enseñanza en su nuevo instituto era diferente y no contar sobre los chicos que empezaron a odiarle por su forma de vestir. Al menos en su antiguo lugar tenía a sus dos amigos para que le defendieran.
Harry era amante a la ropa femenina, que para él solo era ropa sin género. Podía vestir jeans, pantalones así como faldas y vestidos, él no le veía problema como tampoco su madre, pero para los estudiantes y algunos maestros era una aberración.
Recuerda su primer día, decidió ir en unos lindos jeans apretados junto con una blusa azul clara y una chaqueta de cuero encima. Se veía hermoso y muy cómico, le gustó su atuendo al verse en el espejo esa misma mañana. Todo se fue al carajo al pisar el instituto; las burlas y sobrenombres hirientes no demoraron en llegar.
Al pasar la semana su vestir fue cambiando a pantalones o sudaderas, cosas más... "Varoniles". Aún así, siguió recibiendo burlas hirientes. Solo vestía como le gustaba en su casa, con su mamá.
Tampoco va a olvidar la segunda semana de su recién llegada, como un chico lindo y amable le defendió de otro chico que quiera agredirlo físicamente. Nunca olvidará la mano en su cintura y el tirón para que se pusiera detrás del chico que le protegía. Tampoco olvidará el rico aroma de la loción del castaño.
Son recuerdos grabados en su mente, después de ese momento no lo volvió a ver, cosa que le causó decepción. Las agresiones pararon, fue algo mágico; ya no recibía palabras hirientes solo pequeños golpes pero nada a lo que era la primera vez.
