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Pov Vanesa:

Después de desayunar nos dirigimos al sofá, la televisión estaba encendida pero con el volumen bajo. Mónica estaba recostada sobre mi pecho, trazaba figuras imaginarias sobre mi, yo solo me limite a disfrutar de su cercanía.

Vanesa: ¿que haremos ahora, Moni? -susurre depositando un beso sobre su cabeza y llamando su atención-

Mónica: -suspiro pesadamente colocándose frente a frente conmigo- necesito saber si aún me amas, quiero estar segura sobre lo que sientes..

Vanesa: claro que te amo, Mónica. Puedo jurar que hasta más que antes -sonreí sintiendo mis mejillas calientes, volvía a sentirme como una adolescente- Yo jamás deje de amarte, jamás quise que lo nuestro terminara así.

Mónica: me sentía tan sola, Vanesa, cuando nuestra relación comenzó supe que no sería fácil, pero quise convencerme de que encontraríamos la manera de compaginar nuestras vidas.. -ladeo su cabeza antes de seguir-  al principio funciono, si, pero después... No sé como nos volvimos tan distantes, no eras la Vanesa de la que me enamore y seguramente yo tampoco era la misma a la que conociste

Vanesa: todos los seres humanos estamos en constante cambio Moni, no seremos igual en toda nuestra vida. -ella asintió dándome la razón- pero a mi me fascina la idea de descubrir esas nuevas facetas tuyas, de volver a enamorarme de ti una y mil veces, claro si tú me lo permites -reí nerviosa- este tiempo separadas solo me hizo  darme cuenta que no existe persona con la cual yo quiera compartir mi vida, si no eres tú, pero ¿Y tú, Monica? ¿Aún me amas? -Le cuestione nerviosa-

Monica: más que nunca -pronuncio con sus ojos cristalinos y nariz roja, clara señal que estaba por llorar- pero tengo miedo, vane.  Ambas sufrimos tanto con la separación ¿Y si no funciona otra vez? Yo no sé si sea capaz de volver a sobrevivir algo así, no quiero volver a ese lugar oscuro de dónde tanto me costo salir -mordió su labio-

Vanesa: haremos que funcione, cariño -acaricie su mejilla con ternura, la entendía perfectamente yo también estaba muerta de miedo- te mentiría si te digo que no tengo miedo, para mi también fue difícil seguir adelante. Ana, ella fue quien estuvo a mi lado a todo momento -mis ojos se llenaron de lagrimas esta vez- los ataques de ansiedad volvieron, con más frecuencia que nunca, el peor fue cuando tuve que regresar a Elche, tu Elche a dar show.

Mónica: mis papás estuvieran ahí, dijeron que esa no era la Vanesa que ellos conocían -murmuró tomando y apretando la mano que tenia sobre su mejilla-

Vanesa: te llevaste una gran parte de mi, hubo días en los cuales quería quedarme todo el día en cama, llorando, en cambio tenía que salir y dar entrevistas, hacer promoción y pintar una sonrisa falsa... pero vamos, a lo que quiero llegar es que también me aterra pensar en volver a pasar todo eso, pero aquí frente a ti, yo Vanesa Martin, te prometo a ti Monica Carrillo que si nos damos una oportunidad, haré todo lo que este en mis manos para nunca hacerte daño. Eres lo más bonito que le paso a mi vida y no estoy dispuesta a dejarte ir así tan fácil por miedo, quiero intentarlo una y mil veces contigo.

Mónica: si quiero -pronuncio firme y decidida- quiero que volvamos a intentarlo. Y Cuidaré de ti, voy a dar mi vida entera por hacerte la mujer más feliz del mundo -una sonrisa apareció en su rostro-

Nos acercamos pegando nuestras frentes, se sentía tan bien, como volver a casa, volver a un lugar seguro del cual nunca debí de irme. Sentía que el corazón me podría explotar de emoción y amor en cualquier momento, durante muchas noches soñé con poder volver a encontrarme con Mónica, decirle que habíamos cometido la mayor estupidez de nuestra vida alejándonos, estaba claro que ambas nos amábamos pero no supimos gestionar nuestra carga de trabajo, esta vez no permitiría que algo así nos alejara. La tarde llego, seguíamos en el sofá con la excusa de ver alguna película pero en realidad no dejamos ni un segundo de conversar, nos pusimos al día, me contó como Alex y Vega ya no eran unos niños pequeños, aunque no importaba si ellos tuvieran 30, seguirían siendo los niños de sus ojos. Después fue mi turno, la puse al día de como mi carrera iba en aumento, los nuevos reconocimientos que conseguí y como me hubiera gustado que ella hubiera estado ahí para celebrar conmigo, también le conté que ahora tendría una larga temporada de vacaciones y pasaría la mayor parte del tiempo en Madrid, esto último pareció alegrarle, aunque no me dijo nada pude notar como sus ojos brillaron y su sonrisa se ensancho.
Por desgracia el tiempo paso y podría jurar que más rápido que otras ocasiones.

Mónica: me tengo que ir, he dejado a Camarón solo y tengo que volver  a casa ahora si.. -depositó un casto beso sobre mis labios-

Vanesa: no quiero que te vayas -refunfuñe pegando su cuepo al mío- tengo miedo de que ya no vuelvas..

Monica: -escondió su rostro en mi cuello- siempre volveré a ti -después de un silencio volvio a hablar llamando mi atención y alejandome de mis miedos- yo volvería a desear que nunca te acabaras, y que yo te durara siempre, de cualquier manera... -recitó-

Vanesa: juegas sucio Carrillo, recitar mi propios poemas..-reí-

Mónica: en serio tengo que irme, Vane...

Vanesa: vale, te acompaño a la puerta

Nos separamos con pesadez, Mónica subió a la habitación por sus pertenencias, en el brazo llevaba el vestido que la noche anterior había usado junto con sus tacones. Cuando la vi bajar no pude contener una risa, llevaba puesta una de mi camisas largas a modo de vestido, su cabello suelto y unos converse, ella con cualquier cosa se veía verdaderamente hermosa. Nos dirigimos hasta la entrada, Mónica abrió la puerta trasera del coche y metió el vestido y sus tacones, yo solo la observaba con los brazos cruzados, de verdad no quería dejarla ir. A los segundos giro su cuerpo y paso sus brazos por detrás de mi cuello.

Mónica: te veré pronto Martin, quita esa cara.. -tomó mi barbilla sonriéndome- estamos juntas ahora ¿lo recuerdas?

Vanesa: lo recuerdo -le sonreí- llámame cuando llegues a casa, facetime si puedes, me gustaría ver a mi capi Camarón

Mónica: uy ¿solo a Camarón? -levantó la ceja-

Vanesa: -reí- te amo, Mónica, mucho. -bese sus labios-

Mónica: y yo a ti Vanesa

Luego de darnos un largo beso nos separamos, nos dimos una última sonrisa y Mónica entro en su coche, estuve ahí parada hasta perder rastro de su carro. Una sonrisa en mi rostro no se borraba, solo deseaba que esa felicidad nos durara para siempre, recién se había ido Mónica y yo solo deseaba verle pronto, inventarme cualquier excusa tonta para pasar tiempo con ella. Volvía a ser mía y yo suya, volvíamos a ser nosotras.











Con esto llegamos al fin de esta breve historia. Antes que nada perdón por la demora, pero el trabajo y eso.. Gracias por sus comentarios y darse el tiempo de leer, seguiré subiendo aquí mismo one shots sobre las vanica.. 😌🫰

Y vuelvo a verteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora