𝒀𝒐 𝑻𝒆 𝑨𝒎𝒐 𝒂 𝑻𝒊 | 𝑳𝒆𝒘𝒂𝒏𝒅𝒐𝒘𝒔𝒌𝒊 𝒙 𝑮𝒂𝒗𝒊

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝒗𝒆𝒊𝒏𝒕𝒊𝒖𝒏𝒐

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Capítulo veintiuno: Celoso.

Un año nuevo había comenzado y su primer partido fue contra el Intercity, ganándoles 4 a 3. Ahora estaban por viajar a Madrid para a jugar contra el Atlético Madrid.

Pablo miraba por la ventanilla del avión, observando la ciudad desde las alturas. Soltaba pequeños suspiros mientras pensaba.

Ahora todo era diferente. Estaba sentado solo, sin acompañante en el avión. Lewandowski no iba esta vez, no jugaría con ellos. En el fondo odiaba que le hubieran dado una tarjeta roja, ahora no podía jugar durante tres partidos. Se había acostumbrado a verlo siempre ahí, aunque no se acercaba para hablarle, solo lo miraba a la distancia, lo hacía sentirse seguro y calmaba todos sus nervios sabiendo que estaba ahí, ¿pero ahora? Estaba acompañado de sus colegas, pero se sentía solo.

Odiaba ser tan pegado a la gente, porque al final de todo terminaba doliéndole una mala mirada, una frialdad al contestar o simplemente no darle la suficiente atención como para sentirse querido. En el fondo, esas cosas encogían su corazón y odiaba eso, sabía que la mayoria de la veces no podían darle tanta atención, sabía que las personas podían tener un mal día y no tener un buen humor, pero aún así, su cabeza se olvidaba de eso.

Debía evitar que eso le afectara, pero aún no lo conseguía.

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Calentaban en el estadio Cívitas Metropolitano del Atlético Madrid. Era un domingo, el clima continuaba helado, congelando los rostros y manos de las personas presentes. De todas formas, lo jugadores calentaban el cuerpo haciendo diferentes tipos de entrenamientos.

En eso, Gavi sentía que había algo más. Se sentía observado, provocando que volteara a ver hacia todos lados varias veces durante los 45 minutos, pero no encontraba nada. Lo único que veía era a sus compañeros y a los técnicos. Creyó que era algo de él, así que dejó de pensarlo y se concentró en lo suyo.

Luego de eso, fueron al vestuario por última vez antes de comenzar y como si el tiempo quisiera que ya comenzaran, ya se encontraban en el túnel, preparándose para salir.

Los nervios lo consumían. Se movía inquieto de un lado al otro, apoyando su dedo índice sobre sus labios, mirando el césped y escuchando la hinchada cantar.

De pronto, sintió que era tomado de la cintura. Creyó que estaba estorbando en el medio del camino, así que se movió un poco, mirando hacia atrás para disculparse.

—Perdón, no me dí cuenta que...— se calló al ver a Robert parado frente a él. Vestía una ropa cómoda para salir que le quedaba bien, pero en eso no se fijó.

No hizo más que abrazarse a su cuello, sin poder creer que estaba ahí. Los cordones de sus botines colgaban al estar de puntitas, hundiendo su rostro en su cuello, sintiendo como lo abrazaba rodeando su cintura con sus brazos. Soltó un pequeño ruido de felicidad al verlo ahí y su cuerpo inconscientemente se pegó al suyo.

—¿Qué haces aqui?— le preguntó separandose del abrazo para verlo a la cara.

—Vine a verte— dijo mientras le acariciaba la mejilla—. No podré jugar, pero quería ver como les iba.

—¿A verme... a mi?— su mirada se llenó de brillo.

—Won't you say hello to me? (¿No vas a saludarme?)— una voz joven llamó la atención de los dos.

Lewandowski se dió la vuelta, encontrándose con un rostro que mostraba inocencia, junto a una pequeña sonrisa.

—Hi, João— soltó con cuidado su cintura para estrechar la mano con João Felix, un jugador del Atlético Madrid con 23 años.