Por ti, ¿Qué haría?

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Sin darse cuenta de su alrededor, lo que ocurría en ese momento, el viento, que venía de un lado hacia el otro, moviendo ramas, hojas y haciendo su propio sonido, calló la última flor, de aquel árbol tan hermoso, el árbol de sakura, aquel que nacía en inicios de primavera y fallecía a inicios de otoño, para desaparecer por completo en invierno, al tocar aquella flor una superficie plana, todo volvió a su curso normal, las personas iban y venían como si nada estuviese pasando frente a sus ojos, los niños corrían riendo y jugando, siendo regañados por sus padres, a pocos segundos después, la lluvia comenzó a caer con fuerza, corrían directo a casa o caminaban con tranquilidad en pareja bajo su paraguas, aquel solo reaccionó cuando vio la gota de sangre derramarse al césped ya no tan verde, mas bien rosa por las flores que iban volando al compás del viento, sin pensarlo dos veces, cargo al chico entre sus brazos, le colocó su saco tratando de mantenerlo con calor, fue corriendo lo mas rápido que sus piernas le permitían, rogando a los dioses por que el chico estuviera bien, al llegar comenzó a gritar por ayuda, Jack, el doctor de turno, se acerco a ambos chicos, pues los conocía bien, ya que ambos eran amigos cercanos, con voz firme ordenó a enfermeros que prepararan todo para la ayuda del chico, aquel hombre que lo llevaba en brazos fue atendido en una habitación y se le proporciono un cambio de ropa seca para evitar que aquel se enfermará, revisaron sus heridas, que aun que no eran graves, eran un poco profundas, así, pasando las horas, peleando por la vida de aquel chico, pelicastaño.

Llegaron las 8 pm, en aquel hospital salía un chico, estable, lo trasladaron a una habitación para que pudiera descansar.

Liberándose de las enfermeras, aquel chico salió y llamo a sus trabajadores, gritando alterado y enojado ordeno que buscaran a los responsables, todo el rato se la paso gritando, hasta llegar las 9 pm, regreso con prisa al hospital, al preguntar por el chico, el medico le dijo que había salido todo bien, le indico la habitación y se despidió, diciendo que si lo necesitaba podría llamarlo.

En cuanto el doctor se fue corrió a la habitación del chico, al entrar notó que este ya estaba despierto, pues estaba sentado viendo hacía la ventana, perdido en sus pensamientos ya que reaccionó solo cuando el chico se acercó a el, tomando su mano con cuidado, al verlo, rápidamente lo abrazo, sin intenciones de soltarlo...¬Cielo, ¿Cómo te sientes? ¿Recuerdas quién te hizo esto? ¿Sabes cuantos fueron?- sonaba su voz rasposa, debido al esfuerzo que hizo con esta cuando buscaban quien pudo ser, en espera de una respuesta, una enfermera entró, avisando que dos chicos habían llegado y querían verlo, diciendo que eran los hermanos del pelicastaño¬ Fue.... Nathalia...- Eso fue el colmo con esa mujer, llego a este punto, ¿todo por qué yo no la quiero?¬ Cielo, voy a dejar a dos de mis hombres para que te cuiden, a ti y a tus hermanos, tengo que hacer algo-

¿Qué caminos debemos evitar y cuáles podemos tomar? No se decirlo, pues pensé que estaba haciendo lo correcto y ahora... El estaba ahí, por mi culpa, aquel ser que tanto ame durante años... Aquel que me daba esperanza cuando me estaba derrumbando en pedazos... Aquel que me reconstruyó desde cero... Para decir que siempre estaría ahí si llegaba a caer... ¿Había valido la pena todo esto por querer un camino fácil? A esa pregunta era un definitivo... No... No valió la pena dañarlo, era quien más le importaba en su vida. El único que amaba y ahora... ¿Qué haría sin él a su lado?

Sus hermanos no me permitirían estar cerca de el... Me alejarían, no quieren que salga más lastimado... O peor... Pero no quiero dejarlo, es el único motivo por el que sigo aquí... Por el que intento luchar