XX - Amor sin condiciones (Parte I)

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-Si no hay una persona que se oponga a este matrimonio que hable ahora o calle para siempre. -Eran pocos los invitados a la ceremonia, la familia Featherington, la familia Huxley y la familia Bridgerton. Después de una licencia rápida y tres días de preparación, Prudence Featherington estaba delante del altar junto a Robert Huxley. Gracias a Anthony se había logrado un acuerdo que favorecía a todos y mejor aún, hacía feliz a su hermano. A ese punto de la ceremonia nadie dijo nada y el clérigo procedió a consagrarlos como "marido y mujer". La fiesta tampoco fue opulenta y duró muy poco, haciendo que los novios se fueran a su muy preciada luna de miel y una temporada lejos de las habladurías.

Mientras disfrutaba del banquete, Colin se acercó a Penélope que estaba comiendo un bollito relleno y comenzó a reír cuando notó como se le cayó un poco de nata al piso. -Al menos dime que estaba bueno. -Ella lucía hermosa con aquel vestido azul celeste bordado con perlas y el cabello suelto. No se cansaba de verla. -Todo resultó bien.

-Algo tortuoso en el camino, pero bien. Colin... de verdad lamento no haberme dado cuenta antes de que me amabas. -Dijo un tanto apenada dejando de lado el postre que comía. -Creo que nos habríamos ahorrado mucho si tan solo...

-No. No quiero recriminaciones y no quiero pesares. No ahora, no aquí. Es un día feliz, Prudence tuvo lo que quiso y tú... me tienes a mi. ¿Me quieres?

-Sabes que sí. Te quiero. Eres todo lo que he querido siempre, y más. -Con la música sonando en todo el salón, Colin le extendió su mano a Penélope y ella sonrió. -¿Me estás invitando a bailar?

-Sí. ¿Me concede este baile, señorita? -Ella terminó por tomar su mano y dejar que la guiara a la pista en aquel vals. Los pocos invitados a la fiesta los miraban mientras también bailaban o disfrutaban de la comida. Violet sonrió junto a Edmund.

-Creo que nuestro hijo encontró el amor.

-Sí. Eso hizo. Llevamos tres, casi cuatro. Nos faltan cuatro, pero Francesca, Gregory y Hyacinth tienen que esperar, sobre todo Hyacinth. Es muy pequeña.

-¿Y Benedict?

-Que se case, ya está grande. -A pesar de que toda la celebración fue íntima se disfrutó bastante, y al menos Colin y Penélope no tuvieron que esconderse.

Una semana más y parecía que todo en la ciudad volvía a la normalidad. Nuevos caballeros aparecían en las puertas de la casa Featherington buscando cortejar a Penélope, ella volvía a sentarse en el salón y recibía a cada uno con cortesía. Parecía desde afuera que estaba en el lugar que empezó, el mismo día que empezó la temporada, pero no era así, sabía que Colin vendría, la verdadera pregunta era cuando. -¿Y cómo lleva la temporada después de todo lo que sucedió, señorita Featherington? Los escándalos no son nada fáciles de llevar.

-Estoy bien. Gracias por preguntas, Lord Hardy. Es una temporada, la reina me ha salvado de la ruina a pesar de todo, tengo buenos amigos como los Vizcondes Bridgerton, y ahora el conde Huxley es mi cuñado, creo que tengo una buena red de apoyo. -Dijo con suma modestia. Tenía las manos sobre su regazo y la vista algo gacha. Realmente estaba aburrida, la vida sin sus hermanas no era divertida.

-Mil disculpas. Un caballero solicitante para la señorita Penélope Featherington. -Hardy y Penélope voltearon a ver a la puerta y ella sonrió al ver que se trataba de Colin quien llevaba un cuaderno en las manos. El mayordomo le dio una silla para que se sentara en cuanto Hardy terminó de hablar con Penélope, Colin se acercó a ella sentándose en el mueble al lado de ella.

-Te traje flores.

-Es un libro. -Dijo ella entre risitas.

-Te aseguro que son flores. -Dijo extendiéndole la libreta y ella la abrió viendo como cada página tenía un relato distinto de alguna parte del mundo. -Campos de tulipanes en Holanda. Rosas de Turquía. Flores de Loto en Asia. Viñedos de Venecia.

AMOR CON CONDICIONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora